AVANCES DE INVESTIGACIÓN PECUARIA EN EL ESTADO DE SONORA 83-84.

DICIEMBRE 1985.

PRODUCCIÓN DE CARNE A PARTIR DE UN SISTEMA INTEGRAL DE MANEJO

EN ZONAS SEMI-ARIDAS.

E. Gastélum P., A. Zapien S., L. Bourguetts L., G. Lizárraga del C., V.M. del Cid.

La ganadería mexicana tiene peculiaridades regionales muy marcadas, una de las cuales corresponde a la región árida y semiárida donde se ubica el Estado de Sonora. El sistema de producción de esta región ganadera esta basado prácticamente en la fuente de ingresos por la venta de becerros al destete.

Sin embargo, existen serias deficiencias en este sistema de explotación de bovinos de carne como lo muestran las estadísticas, donde las vacas alcanzan solo el 50% de fertilidad anual, el peso promedio de becerros al destete es de 150 kg y el primer parto en la vaquilla se presenta entre los 3 y 4 años de edad.

Las tasas de producción mencionadas anteriormente son producto de varios factores entre los que pueden mencionarse prácticas ganaderas ancestrales, ausencia de programación de actividades, sobre pastoreo, etc. Por lo tanto durante 1977, se implementó un rancho demostrativo, con características similares a otros ranchos ganaderos del Estado en cuanto a tipo de pastizal, pero con un programa de manejo del hato diseñado para elevar los índices de concepción y producción de becerros al año, elevar pesos al destete, y disminuir la edad a primer parto en la vaquillas joven.

Este trabajo fue realizado en CIPES y tuvo una duración de 5 años, se utilizaron 1200 hectáreas de matorral arbosufrutescente dividido en 4 potreros, además de una hectárea de praderas de producción continua, ryegrass en invierno-primavera y bermuda en verano, para el crecimiento y desarrollo de becerras destetadas, como futuros reemplazos del hato.

Se estimó la capacidad de carga en el pastizal nativo con base a la condición del pastizal, llevándose a cabo un sistema de pastoreo rotacional el cual consistió en utilizar 3 potreros durante 4 meses cada uno y descansar el cuarto potrero cada año.

45 días antes del inicio del empadre, en los sementales se evaluó la capacidad reproductiva (evaluación de semen), durante dicho lapso los toros recibieron diariamente un suplemento protéico-energético.

La época de empadre se limitó a 3 meses (Agosto, Septiembre y Octubre) para las vacas con monta natural en el agostadero y de 4 meses para las vaquillas (julio, agosto, septiembre y octubre) en la pradera bajo riego. En las vaquillas los primeros 45 días se utilizó Inseminación Artificial y posteriormente toros tapones.

Se emplearon vacas criollas encastadas de cebú y sementales de razas charolais y brangus.

Durante el mes de enero de cada año se realizó un diagnóstico de gestación por el método de palpación rectal, identificando a las vacas vacías y reemplazándolas por las mejores vaquillas gestantes provenientes del destete anterior.

 La edad al destete fue de 7 meses aproximadamente (Enero-Febrero) donde se practicó la identificación con fierro, descornado, desparasitación interna, vacunó y aplicó Vitaminas A, D y E.

 Producción de vaquillas de reemplazos: Al destete (enero) las becerras fueron trasladadas a las praderas de ryegrass para iniciar el pastoreo y posteriormente en el verano, con bermuda (junio) en la misma pradera, donde se llevó a cabo el empadre, siendo el peso mínimo de servicio de 280 kg. En octubre pasaron al agostadero natural para realizar el diagnóstico de gestación junto con las vacas en enero.

 Los resultados obtenidos en el aspecto reproductivo durante los primeros 5 años de estudio, se observan en el cuadro 1. Durante los primeros 3 años el hato estuvo formado por 30 vacas aumentándose en 1981 y 1982 a 40 y 42 respectivamente. Los porcentajes de fertilidad fueron de 96, 83, 96, 92, 82, para los años de 1978, 1979, 1980, 1981 y 1982, con un promedio de fertilidad del 89% muy superior al reportado por el promedio general de los ranchos del Estado de Sonora.

En el mismo cuadro se presentan los datos reproductivos de las vaquillas de reemplazo, para los años 1979, 1980, 1981, 1982.

El número de vaquillas producidas fue de 12, 15, 14, 20 de las cuales se cargaron 9, 12, 13, 17, para los mismos años lo que significa una fertilidad del 83% en promedio de los 4 años y un 1.4 servicios por concepción, esto resulta muy importante, puesto que son animales de aproximadamente 280 kg de peso y solo 14.1 meses de edad promedio.

En el cuadro 2 se muestra el resumen productivo anual de becerros, obteniéndose 100% de becerros destetados en los años de 1978, 1980, 1981 y en los años de 1979 y 1982, se logró 93 y 97% respectivamente. El peso promedio al destete fue de 198 kg en los 5 años, observándose una diferencia entre machos superior al de las hembras (205 vs. 191 kg).

Este incremento en la producción de becerros se debió al sistema de eliminar vacas vacías y reemplazarlas con vaquillas gestantes. El incremento en peso al destete de las crías fue debido a la buena condición de las vacas como consecuencia de una buena utilización del pastizal nativo, así como al vigor híbrido resultante de utilizar toros de razas puras en vacas criollas.

En lo que se refiere al desarrollo de las vaquillas de reemplazo, la edad a primer parto fue de 24, 25, 25 y 24 meses de edad en los años de 1978, 1979, 1980 y 1981, lo que en promedio resulta en 23.9 meses de edad. Siendo esto muy superior a la mayoría de las vaquillas crecidas en agostadero, las cuales tardan hasta 3 ó 4 años.

Del trabajo anterior se puede concluir que este sistema de producción, permite conseguir porcentajes de fertilidad anual del hato, de hasta 92% en promedio.

La producción anual de becerros fue de 95.6% con un peso promedio al destete de 198 kg con una variación a través de los años de 177 a 209 kg.

La edad a primer parto de las vaquillas de reemplazo fue en promedio de 23.9 meses, variando de 23 a 25.