CIPES 1973
SINCRONIZACIÓN DEL ESTRO EN VAQUILLAS BRANGUS
MVZ. M.S. Roberto Ruiz D.1, y MVZ. Roberto Zambrano G.2
Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora, A.C.
RESUMEN
En este estudio se utilizaron 82 vaquillas Brangus de 2 años de edad.
El trabajo tuvo una fase previa en la cual los animales fueron suplementados y observados diariamente para la detección de estros, utilizando un toro con el pene desviado. Las hembras que presentaron calor durante la primera fase, se dividieron por peso y al azar en lotes tratados y testigos.
Los animales se pesaron y se palparon por vía rectal los días 1, 14 y 42 del experimento respectivamente. La droga utilizada fue el Acetato de Melengestrol (A.M.G.), la cual se aplicó en dosis de 1 mg diario por cabeza durante 14 días.
En el lote tratado no hubo presentación de estros durante la administración de la droga. Sin embargo, hubo una incidencia de calores de 90.24% entre los 7 y 10 días después de haberse suprimido la droga. Del lote testigo 66.19% presentaron calor durante el primer período de 21 días de inseminación artificial. Además se palparon los ovarios de cada vaquilla que presentó estro, anotándose la presencia de quistes lúteos y foliculares, y se determinó el tiempo de ovulación en las vaquillas tratadas. Las observaciones anteriores tuvieron por objeto determinar las causas de posibles fallas en la fertilidad.
La sincronización del estro en el presente estudio fue excelente. La fertilidad al calor sincronizado fue baja, pero el mismo fenómeno se observó en el lote testigo; sin embargo, la fertilidad al segundo servicio fue normal y no hubo diferencia significativa entre el lote de vaquillas tratadas y el testigo.
Se encontró que las ovulaciones tardías pueden ocasionar baja fertilidad en el estro sincronizado.
Se concluyó que el A.M.G. se puede utilizar para sincronizar el estro, recomendándose que los animales se sirvan al segundo calor.
1/ Técnico del Departamento de Reproducción Animal
2/ Técnico del Departamento de Nutrición Animal.
INTRODUCCIÓN
El uso de la inseminación artificial (I.A.) en gran escala en los hatos comerciales de ganado bovino productor de carne, será posible cuando un gran número de animales sea servido artificialmente en un período corto y con altos porcentajes de concepción.
En los hatos donde se emplee la I.A., se podría lograr un mejoramiento genético rápido, con el cual se obtendría un mayor número de animales que tengan conversiones alimenticias excelentes y producir canales con las características de las mas deseables. Además, la relativamente alta heredabilidad de los aumentos de peso en corral (Rice et al. 1962) hace mas atractivo el uso de la I.A. en ranchos comerciales.
Hasta la fecha la I.A. se ha utilizado muy poco en hatos comerciales, debido a los problemas de manejo que existen para servir artificialmente a los animales de campo y a las tasas bajas de fertilidad.
Una de las técnicas que pueden servir para hacer práctica y económica la I.A., es la sincronización del estro. Los métodos de sincronización que sean compatibles con las prácticas de manejo de una empresa pecuaria, pueden tener un papel importante en el uso intensivo de la I.A. Además la sincronización del estro puede servir para mejorar la precisión y simplificar la planeación y ejecución de trabajos de Fisiología de la Reproducción y Nutrición Animal.
Durante los últimos años se han utilizado diversos progestágenos para la sincronización de calores, entre ellos tenemos la Medroxiprogesterona (M.A.P.) (Hansel, 1967), la Clormadinona (C.A.P.) (Hansel, 1967) y el Acetato de Melengestrol (A.M.G.) (Zimbelman y Smith, 1966). Siendo este último con el cual se han reportado los resultados mas promisorios. La mayoría de dichos estudios se han efectuado en los Estados Unidos y con razas de ganado Europeo.
El objetivo del presente trabajo fue determinar la eficacia del progestágeno A.M.G. en el control del estro en vaquillas Brangus, así como la determinación de aquellos factores que puedan alterar la eficiencia reproductiva al calor sincronizado.
MATERIAL Y MÉTODOS
El trabajo se realizó en el Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora, A.C. (CIPES), situado en el Municipio de Carbó, Sonora.
Se utilizaron 82 vaquillas Brangus de dos años de edad. Hubo una fase previa de 60 días, durante la cual los animales fueron suplementados para que alcanzaran pesos adecuados que les permitieran ciclar. Los animales fueron observados diariamente para la detección de calores.
Las vaquillas que presentaron calor durante la primera fase del estudio, fueron agrupadas en forma uniforme al azar y por pesos en lotes tratados y testigos.
A las vaquillas que no se detectaron en calor se les palparon los ovarios por vía rectal para clasificar a éstas en grupos con cuerpos lúteos funcionales, folículos de Graff y ovarios estáticos, dividiéndose a su vez cada uno de éstos en lotes tratados y testigos.
Una vez hecha la distribución los animales fueron colocados al azar nuevamente en las corraletas de investigación del CIPES.
El A.M.G. se mezcló en el alimento, en forma tal que en promedio cada animal recibiera 1 mg diario por cabeza durante 14 días. Los animales recibieron la misma alimentación durante todo el experimento.
Las vaquillas se pesaron y fueron palpadas por vía rectal los días 0, 14, 21 y 42 del experimento.
El propósito de las mencionadas exploraciones fue detectar anormalidades en las estructuras ováricas, tales como folículos duros, quistes foliculares, quistes lúteos, etc., que pudieran afectar la eficiencia reproductiva de los animales tratados. Además, los animales tratados que presentaron calor, fueron palpados durante 4 días seguidos para la detección de ovulaciones tardías.
La detección de calores se hizo de 7:00 a.m. a 7:00 p.m., utilizándose para este fin toros con el pene desviado.
Las vaquillas que sirvieron artificialmente con semen congelado, a las siete de la mañana y a las siete de la tarde. Las hembras de los lotes control se comenzaron a servir a partir del día uno del experimento.
El diagnóstico de gestación se efectuó 30 días después de terminado el período de inseminación.
El análisis estadístico se hizo utilizando la chi cuadrada de contingencias (Steel y Torrie, 1960).
RESULTADOS
Durante los 65 días del estudio los animales tratados ganaron un promedio de 0.917 kg y los del lote testigo 0.918 kg.
En el lote de los animales tratados no hubo presentación de calores durante los 14 días de administración de la droga.
Los porcentajes de concepción al primer servicio y la presentación de calores se pueden ver en el Cuadro No. 1, en el lote tratado hubo 37 calores, lo que significó un 90.24% en un período de 9 días. De los animales sincronizados, 8 ovularon tardiamente y se sirvieron dos veces; 10 estuvieron en anestro después del estro sincronizado y de éstos, 5 no volvieron a ciclar durante el estudio. De los animales tratados, 10 quedaron gestantes y de ellos 4 fueron servidos dos veces, debido a que ovularon tardiamente. El porcentaje de fertilidad al primer calor fue de 27.03 para el grupo de vaquillas tratadas.
De los 38 primeros servicios que se realizaron, durante los tres períodos estrales en el lote testigo solo 13 quedaron gestantes, lo que representa un 34.21% de fertilidad. En los dos lotes hubo 75 primeros servicios de los cuales solo 23 animales quedaron gestantes, o sea un porcentaje de 30.66.
CUADRO 1
PORCENTAJE DE CONCEPCIÓN AL PRIMER SERVICIO EN VAQUILLAS BRANGUS SINCRONIZADAS CON ACETATO DE MELENGESTROL.
GRUPO | SERVICIOS | NO. VAQUILLAS GESTANTES | % FERTILIDAD |
Tratado | 37 acd | 10b | 27.03 |
Testigo | 38 | 13 | 34.21 |
Total | 75 | 23 | 30.66 |
b) 4 Fueron servidas dos veces.
c) Los servicios se hicieron en 9 días
d) 10 Entraron en anestro al calor sincronizado, de las cuales 5 no volvieron a presentar estro.
Los resultados obtenidos con el segundo servicio pueden observarse en el Cuadro 2. En el lote tratado hubo 23 servicios, quedando gestantes 13 vaquillas, lo que significó un 56.52% de fertilidad. En los animales del grupo testigo hubo 20 servicios resultando gestantes 10 hembras, obteniéndose un porcentaje de fertilidad de 50%. En total se dieron 43 segundos servicios de los cuales hubo 23 animales gestantes, lo que significó un 53.49% de fertilidad.
CUADRO 2
PORCENTAJES DE CONCEPCIONES AL SEGUNDO SERVICIO.
GRUPO | SERVICIOS | NO. VAQUILLAS GESTANTES | $ FERTILIDAD |
Tratado | 23 | 13 | 56.52 |
Testigo | 20 | 10 | 50.00 |
Total | 43 | 23 | 53.49 |
En el Cuadro No. 3 se resumen los porcentajes de calores y la fertilidad durante el estudio. En las 41 vaquillas del lote tratado hubo un 100% de detección de calores contra un 87.80% en el lote testigo y un 93.90% en el total de animales. En cada tratamiento quedaron 23 animales gestantes. Los porcentajes de concepción del total de vaquillas servidas fueron de 56.09 y 63.89 para los lotes tratados y no tratados respectivamente y de 59.74% en total. El porcentaje de vaquillas gestantes del total del hato para los tratamientos y el total de animales fue de 56.09%.
CUADRO 3
RESUMEN DE LOS PORCENTAJES DE CALORES Y LA FERTILIDAD DURANTE EL ESTUDIO.
GRUPO | TRATADO | TESTIGO | TOTALES |
Vaquilla en observación | 41 | 41 | 82 |
Vaquillas en calor | 41 | 36 | 77 |
Porcentaje vaquillas en calor | 100 | 87.8 | 93.90 |
Vaquillas gestantes | 23 | 23 | 46 |
Porcentaje de concepción del total de vaquillas servidas. | 56.09 | 63.89 | 59.74 |
Porcentaje de vaquillas gestantes del total del hato. | 56.09 | 56.09 | 56.09 |
Es interesante hacer notar que los 12 animales tratados que no ciclaron, en la fase previa del estudio, tuvieron un calor sincronizado. en el lote testigo ciclaron 12 de los 14 animales en anestro al inicio del estudio.
En un solo animal del grupo tratado se detectó la presencia de quistes lúteos.
No se encontraron diferencias estadísticas significativas (P<0.05) en los porcentajes de fertilidad obtenidos en los lotes tratados y testigos.
DISCUSIÓN
Se puede decir en el presente estudio, que la sincronización del estro fue excelente ya que un 90.24% de los animales tratados presentaron calor en un período de 9 días. Sin embargo, la fertilidad en el calor sincronizado no fue buena, ocurriendo el mismo fenómeno en el lote testigo.
Aunque no hubo diferencia significativa en los porcentajes de fertilidad al primer servicio, hay que señalar que probablemente ello se debió a que a cuatro de los diez animales que resultaron gestantes en calor sincronizado se les detectaron ovulaciones tardías y fueron servidos dos veces.
De acuerdo con Smith (1969), una de las causas principales de la baja fertilidad en este calor sincronizado es por fallas en la fertilización ocasionadas por un pobre transporte del espermatozoide a través del tracto genital. Dicho investigador logró un aumento en las tasas de concepción cuando utilizó semen concentrado, mientras que con semen mas diluido los porcentajes de fertilidad fueron bajos.
Los porcentajes bajos de concepción obtenidos al primer servicio con el lote testigo, pueden deberse al hecho de que en las vaquillas, aún después de los dos primeros calores, la estimulación hormonal sobre el nedometrio no es suficiente para que ocurra una nidación adecuada del producto.
Hansel (1967), menciona que el endometrio de vacas sincronizadas con C.A.P. y M.A.P., tienen un mayor desarrollo después del calor sincronizado que el de animales no tratados. Zimbleman (1965), sugirió que el desarrollo del endometrio probablemente se deba a un aumento en la secreción de estrógenos en los animales tratados. En el presente estudio se observó que en el calor sincronizado la mayoría de las vaquillas presentan una exagerada edematización de la vulva y un aumento notable en el tamaño del útero, lo cual puede estar asociado por lo arriba mencionado.
Otra de las posibles causas de baja fertilidad cuando se utiliza el A.M.G., pueden ser las ovulaciones tardías.
La fertilidad al segundo servicio aumentó en los dos lotes y no hubo diferencia estadística significativa (P<0.05) entre ellos. Lo anterior demuestra que no hubo un efecto prolongado de baja fertilidad después de la administración del progestágeno.
El hecho de que 12 de las vaquillas que no estaban ciclando al inicio del estudio pero que se sincronizaron, sugiere que el A.M.G., puede inducir y sincronizar el estro en animales en anestro. A ninguna de las hembras que no presentaron calor durante el período de sincronización, se les detectaron ovulaciones silenciosas; sin embargo, estos animales entraron en calor aproximadamente 21 días después del período de sincronización.
El hecho de que para la detección de calores se estuvieran utilizando toros con el pene desviado, también descarta la presentación de calores silenciosos en las 4 vaquillas no sincronizadas. Los anestros que se presentaron después del calor sincronizado, probablemente no se deben a la droga, ya que en el lote tratado se observó el mismo fenómeno.
Podemos concluir que la sincronización del estro aun se encuentra en fase experimental, pero se puede utilizar con ciertos limitantes. Los estudios al respecto se deben continuar debido al potencial económico que representa el procedimiento. Sin embargo, existen otras formas en que se puede hacer práctica la I.A., en los hatos comerciales de ganado bovino productor de carne. En el CIPES, por ejemplo, se han obtenido excelentes resultados con programas de I.A., en corrales (Ruiz y Zambrano, 1972). Probablemente en las praderas irrigadas se podrá efectuar exitosamente la inseminación artificial.
CONCLUSIONES
1.- En el presente estudio se obtuvo un excelente grado de sincronización al proporcionar 1 mg del A.M.G. a vaquillas Brangus.
2.- La fertilidad al primer calor fue baja en el lote de animales tratados, pero el mismo fenómeno ocurrió en las vaquillas testigo.
3.- Al segundo calor se obtuvieron porcentajes normales de concepción.
LITERATURA CITADA
Hansel, W. 1967. Control of the Ovarian Cycle in Cattle. In Lamming, G.E. y E.C. amoroso (ed). Reproduction in the Female Mammal. Pleniun Press, New York.
Rice, V.A., F.N. Andrews, E.J.Warwick y E.J. Legates. 1962. Breeding and Improvement of Farm Animals. McGraw Hill book Company, Inc. New York. 5a. Ed.
Ruiz, R. y R. Zambrano. 1972. Inseminación artificial en corrales. CIPES Carbó, Sonora. Datos sin publicar.
Smith, J.F. 1969. Studies on the physiological and endocrinal aspects of the control of ovulation and oestrus in the ewe. Ph. D. Thesis, Faculty of Agric. of Sidney, Sidney Austral.
Steel, R.G.D, y J.H. Torrie. 1960. Principles and Procedures of Statistics. McGraw-Hill book Company, Inc. New York.
Zimbelman, R.G. 1965. Evaluation of some methods for controling the bovine estrouscyde. Proc. conf on estrouscyde control in domestics animals. United States Dept. of Agric. Misc. Publ. 1005.
Zimbelman R.G. y L.W. Smith, 1966. Control of ovulation in cattle with melengestrol Acetate. I.Effect of dosage and route of administration. J. Reprod. Fert. 11:185.