RANCHO NO. 68

OCTUBRE DE 1993

AUTOR: Dr. Rogelio Gómez Alarcón

APLICACIÓN DE IMPLANTES EN BECERROS LACTANTES

Algunos compuestos hormonales han sido empleados desde hace varios años para finalizar al ganado. El beneficio principal es que incrementan la ganancia diaria y en algunos casos la eficiencia alimenticia.

Estos productos se denominan generalmente como “implantes”. Se les conoce así porque la presentación comercial es generalmente en pastillas que se colocan en la oreja de los animales, entre el cartílago y la piel, lejos de los vasos sanguíneos principales.

La aplicación de los implantes para la ganadería es el componente tecnológico más trascendental en los últimos años. Con un manejo mínimo de implantes en el ganado se pueden obtener de 15 a 45 kilogramos más de peso, extra a lo que el mismo animal habría producido en un período de 3 a 4 meses.

En el CIPES se han realizado una gran variedad de estudios sobre la respuesta a la aplicación de implantes al ganado. Se han efectuado pruebas con novillos y vaquillas en pastoreo tanto en praderas irrigadas como en praderas de zacate buffel, en lluvias y en secas, en corrales de engorda empleando diferentes raciones y períodos de engorda; se han hecho estudios con distintas clases de ganado y con diferentes pesos iniciales

El implante sobre los becerros, según el presente estudio, no tiene efectos negativos aparentes sobre las madres.

Cuando ha sido posible se han evaluado las características de las canales. Estas pruebas se han realizado con diferentes productos comerciales bajo estrictas condiciones de evaluación experimental.

De acuerdo con la información disponible en distintas fuentes de la literatura internacional, no existe un riesgo aparente en consumir la carne de ganado implantado con los productos comerciales que se ofertan en nuestro país.

En becerros, la información acerca del uso de implantes es menor. Los resultados reportados por diferentes grupos de investigadores muestran que existe una respuesta positiva en la ganancia diaria promedio (GDP) a la aplicación de implantes diseñados para becerros.

Para constatar los resultados y con el propósito de medir el efecto indirecto del implante en el becerro (con mayor tasa de crecimiento y mayores necesidades nutricionales) sobre la madre, se realizó este trabajo.

El estudio se realizó durante la época de lluvias de 1990 en el rancho “La Granada”, ubicado a 70 km de Hermosillo. Este cuenta con potreros de matorral y de zacate buffel, anualmente recibe una precipitación promedio de 294 mm.

Para evaluar el efecto de los implantes sobre los becerros, se hicieron tres grupos: el primero sin implante, el segundo implantado a los dos meses de edad y el tercero implantado a los cinco meses. En cada grupo se realizaron cinco repeticiones del implante. El implante que se aplicó fue de 36 mg de zeranol (Ralgro) en una sola dosis, de acuerdo con las indicaciones del fabricante.

El estudio se condujo con 15 becerros machos castrados cruzados (charolais y cebú) de 2 meses de edad y peso promedio de 79 kg. Las madres tenían un peso inicial de 416 kg y una condición corporal promedio de 6.3 (1 = muy flaca, 9 = muy gorda). El destete se realizó a los 7 meses de edad. Durante el período de estudio, las vacas entraron en empadre por 90 días con toros probados.

Se realizaron evaluaciones de peso en las crías y de peso y condición corporal en las madres cada 28 días. La evaluación de fertilidad se realizó 90 días después del empadre en base a palpación rectal.

Al finalizar el estudio, se pudo observar que los animales implantados a los dos meses de edad tuvieron una ganancia diaria considerablemente mayor a la de los animales sin implante. Este incremento se tradujo en una ventaja de 18 kg de peso al momento del destete. Debe considerarse el hecho de que las madres de estos animales tenían ya una menor producción de leche y que la condición del agostadero había bajado su calidad.

En las vacas no se observaron cambios en el peso ni en la condición corporal atribuibles a un efecto indirecto del implante, es más, al final del estudio la condición corporal promedio de las vacas fue de 7.1 por los tres grupos. La fertilidad de las vacas en época de empadre fue de 80%, 100% y 80% para los grupos de control, implantados a los dos meses o implantados a los 5 meses, respectivamente.

Con el número de observaciones con que se realizó el estudio no puede afirmarse que la aplicación de implantes en becerros cauce un efecto negativo indirecto sobre las madres.

Los resultados de este trabajo pueden indicar al productor que la aplicación de implantes de ralgro en becerros de 2 meses se traduce en: 1) vender becerros con 18 kg de peso extra al destete, que significa una ganancia de N$75.00 (considerando el costo de los implantes aplicados y un precio a la venta de N$5.00 por kg del animal), 2) que la aplicación tardía del implante no trae beneficios si va a vender sus crías después del destete y 3) que la aplicación del implante tiene un efecto aparente sobre la condición o fertilidad de la madre.

NOTA: La mención de la marca del implante no indica preferencia o que esta sea superior a otras marcas, sólo busca facilitar la lectura de este texto.

Técnicos responsables de este estudio:

E. Enríquez, R. Gómez, F. Ramírez, E. Limón, J. Carranza.