MEMORIA TÉCNICA NO. 9
MARZO DE 1995.
RESPUESTA AL MANEJO Y PRODUCTIVIDAD NETA DEL VENADO BURA
EN TRES SITIOS DEL DESIERTO SONORENSE.
Carlos H. Alcalá G.
Ulises Avila F.
RESUMEN
El presente estudio se desarrolló durante el período comprendido entre 1989 a 1992, con el objetivo de evaluar los cambios en la densidad poblacional y la producción de crías bajo diferentes condiciones de manejo, en tres sitios del desierto sonorense donde habita el venado bura. Los cambios poblacionales y la productividad neta, se estimaron a partir de la interpretación de datos obtenidos en la observación directa de los venados, mediante la técnica de conteo nocturno con ayuda de lámpara sobre rutas permanentes de muestreo en cada sitio. La densidad de población al inicio del estudio fue bastante similar para los tres sitios, con aproximadamente un venado por cada 90 a 100 ha, al final del período de estudio, el sitio donde se protegió al venado y se realizaron prácticas en favor de su sobrevivencia e inmigración presentó una tendencia notable en el incremento de su densidad (P<0.10), hasta de un venado cada 39 ha. De igual forma en este sitio se observó la mejor producción de crías, donde la relación al final del período fue de 1.12 crías por hembra. La población en los otros sitios permaneció estable con tendencia a disminuir. El venado bura respondió favorablemente en el predio en que se protegió, donde la densidad aumentó al doble gracias a la sobrevivencia e inmigración del venado por el uso de atrayentes.
INTRODUCCIÓN
Los animales de caza constituyen un recurso natural del pastizal que puede redituar generosos beneficios económicos en áreas donde su aprovechamiento se efectúa de acuerdo a un programa de manejo organizado, que considere los rendimientos de las especies animal involucradas y la capacidad propia de producción del terreno.
El venado bura que habita en el desierto sonorense es una especie silvestre que, por las características y cualidades de sus astas, ocupa un lugar importante dentro de los animales mas codiciados como trofeo de caza por los deportistas cinegéticos, tanto nacionales como extranjeros, quienes pagan hasta cuatro mil dólares por los servicios de organización para cazar un solo ejemplar.
Para lograr y mantener a largo plazo los ingresos mas sustanciosos a partir del manejo del venado bura, el manejador requiere información acerca de la densidad, estructura y tendencia de la población, esto es, la cantidad de individuos por unidad de superficie, las relaciones numéricas entre machos, hembras y crías, y los cambios mas importantes en pérdidas y ganancias de animales en la población a través del tiempo. Esta información permite estimar la tasa de cambio y productividad poblacional del venado en un sitio determinado.
OBJETIVOS
1) Estimar la densidad y estructura de la población del venado bura.
2) Evaluar los cambios en densidad poblacional y producción de crías, bajo diferentes condiciones de manejo, en tres sitios donde habita el venado bura.
ANTECEDENTES
La productividad de los venados se define como la capacidad o grado de producción de animales que se tendrán disponibles a un tiempo determinado1.
En términos generales, el incremento de la población de venados se puede medir de dos formas: productividad potencial y productividad neta. La productividad potencial es la cantidad de individuos a la cual puede incrementarse una población si no ocurren muertes. Teóricamente, un venado macho adulto y una hembra adulta pueden incrementarse a 22 animales en cinco años1.
La productividad neta es la tasa anual real de incremento después de la mortalidad por todas las causas, excepto la cacería legal, la cual se considera como cosecha. La evaluación de la productividad neta se obtiene generalmente mediante interpretación de relaciones numéricas entre hembras y crías2.
Las tasas de ovulación y de producción fetal son medidas de productividad bastante precisas3, sin embargo en sitios con poblaciones reducidas o restricciones legales en cuanto a cosecha de hembras, el uso de las relaciones numéricas entre crías y hembras es el mejor indicador de la productividad del venado.
En comparación con el análisis de tasas reproductivas, el conteo de crías y hembras implica menores costos en tiempo, equipo y mano de obra, por lo cual este método es preferido por muchos investigadores para sus propósitos de estudio2,3,4,5.
De los métodos existentes para el análisis de población de venados, los que involucran las observaciones directas de los animales son de mejor utilidad para obtener información sobre densidades, estructuras de población e índices de productividad.
Fafarman y De Young3,6 efectuaron un estudio para la evaluación del conteo con lámpara en el sur de Texas, en el cual concluyeron que la hora en que se realiza el muestreo tiene relación con el número de animales observados. Estimaron que en el primer tercio del período nocturno se puede observar entre el 82 y 98% de una población que se asume verdadera.
La productividad es influida por el estado fisiológico de las hembras. En la mayoría de los casos solo un bajo porcentaje de las hembras juveniles (al primer año de edad) llegan a producir una cría. Usualmente las hembras de edad entre tres y siete años paren dos y ocasionalmente tres crías por año3,7,8.
La referencia mas relevante sobre productividad de venados es la de Beasom y Wiggers2, quienes efectuaron un análisis comparativo de la productividad del venado bura y el venado cola blanca, al revisar mas de 125 artículos científicos sobre relaciones hembra-crías, tasas de ovulación, tasas de preñez y producción fetal correspondientes a diferentes regiones de Norteamérica. Los resultados encontrados en dicho estudio confirman la hipótesis planteada de que ambas especies de venado tienen el mismo potencial para la producción de crías cuando se encuentran en condiciones ambientales similares. Aunque en general el venado cola blanca presentó valores mas altos de productividad, estos se atribuyen al alto uso de áreas agrícolas en algunas regiones, cuya disponibilidad de alimento con alto valor nutricional le permite alcanzar mejores índices reproductivos que el venado bura u otros cola blanca que no tienen acceso a dichas áreas.
En el Estado de Sonora existe un gran rezago en la investigación sobre el venado bura, quizá la única referencia es la de Reyes9, no obstante que ésta es sobre la población de la isla Tiburón, donde las condiciones ambientales son muy diferentes a las de tierras continentales.
MATERIAL Y MÉTODOS.
Descripción de los sitios de estudio: Sitio 1.- Rancho “La Granada”, ubicado a 72 km al norte de la ciudad de Hermosillo, con una superficie de 2,900 ha. La vegetación corresponde a un matorral denominado matorral arbosufrutescente, con Prosopis juliflora, Olneya tesota,, y Encelia farinosa. El clima es muy seco-semicálido con temperatura media de 21 C y precipitación promedio anual de 301 mm. en este sitio se desarrolla ganadería extensiva de bovinos, para lo cual se cuenta con algunas praderas de zacate buffel. Como única práctica para el fomento del venado, solo se protege contra la cacería a partir de 1989, con acceso restringido y vigilancia permanente.
Sitio 2.- Rancho “El Jabalí”, ubicado a 54 km al norte de Hermosillo, con una superficie de 7,300 ha, donde la vegetación corresponde a una combinación de arbustos y árboles de talla media dentro del matorral arbosufrutescente, con dominancia de Prosopis juliflora, Cercidium spp. y Olneya tesota. El clima es similar al del Sitio 1 y también se desarrolla ganadería extensiva de bovinos.
Aunque también se tiene acceso restringido y vigilancia, la protección contra cacería fue menos estricta.
Sitio 3.- Rancho “El Gran Chaparral”, ubicado a 124 km al oeste de Hermosillo, con una superficie de 5,800 ha, donde la vegetación se denomina matorral arbocrasicaulescente, con Olneya tesota, Cercidium spp., Carnegia gigantea, Lemaireocereus thurberi y Bursera spp. El clima es muy seco-cálido, con temperatura media anual de 23 C y una precipitación media de 210 mm al año.
La capacidad ganadera es mas limitada que en los otros ranchos por la escasa producción de gramíneas forrajeras.
En este sitio el manejo para el venado incluye, además de la protección contra cacería, la creación de nuevas fuentes de agua (bordos contenedores, bebederos). Para fomentar la inmigración de venados se emplearon atrayentes, como la rezaga de productos hortifrutícolas (manzana, melón, calabaza, etc). El rancho cuenta también con un encierro de aproximadamente 300 ha protegido con malla de 2.40 m de altura.
El seguimiento de los cambios poblacionales del venado se efectuó mediante la interpretación de relaciones numéricas (cantidad de machos, hembras y crías observados a través del estudio). Para tal propósito, dentro de cada sitio se establecieron rutas permanentes de muestreo donde se realizó la observación directa de los venados mediante la técnica de lampareo, con el seguimiento recomendado por McCullough10.
Las observaciones se realizaron desde septiembre de 1989 hasta junio de 1992, con intervalo aproximado de 60 días entre un muestreo y otro. Cada muestreo consistió de la observación durante tres a seis noches consecutivas, con el recorrido de la misma ruta en cada ocasión.
El análisis de densidad y estructura de la población se efectuó por cálculo proporcional a la superficie total del predio y la intensidad de muestreo, obteniendo el error estandar para los intervalos de confianza a una significancia del 90%.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La densidad de población al inicio del estudio fue bastante similar para los tres sitios, con aproximadamente un venado por cada 90 a 100 ha.
Como se puede observar en el cuadro 1, para los sitios 1 y 2 la población de venado bura mantuvo una tendencia estable a través del período de estudio, con ligero incremento para el sitio 1. En contraste con estos sitios, en el sitio 3 se observó una tendencia mas notable a incrementar la densidad (P<0.10), doblándose la población hasta un venado por cada 39.2 ha. El comportamiento de la tendencia en densidad para los tres sitios a través del estudio se muestra con mayor claridad en la figura 1.
Al analizar los datos de las relaciones numéricas entre machos y hembras, como se muestra en el cuadro 2, se observa que en el sitio 2 existe una tendencia a incrementar la proporción de hembras hasta alrededor de 11.5 por cada macho observado (1991). Esta tendencia representa un pronóstico negativo si se toma en cuenta que proporciones elevadas de hembras en la población reduce la tasa en producción de crías, asumiendo que un macho en condiciones naturales, alcanza a cubrir solo 5 a 6 hembras por temporada reproductiva.
Para el sitio 3 la relación numérica de macho hembra (1:4) es mas conveniente para los propósitos de fomento a la población via incremento de natalidad. Sin embargo, se puede asumir que el incremento observado en la densidad del venado no pudo deberse exclusivamente al incremento de individuos por natalidad en un período de solo dos años. Este planteamiento es reforzado al analizar la proporción de crías por hembra durante los dos períodos de producción de cervatillos (cuadro 3), registrándose en este sitio la mejor proporción de crías por hembra de los tres sitios de estudio, con valores de 1:1.12, lo que significa que fueron observadas al menos 9 crías por cada 8 hembras.
El incremento notable de la densidad de venados en el sitio 3, se vio favorecida indudablemente por el uso de los atrayentes. Se observaron evidencias de que la visita por los animales a los sitios del terreno donde se dispuso rezaga de manzana, sandía o melón fue significativa, principalmente durante la temporada de seca cuando se redujo la cantidad de forraje nativo y la fruta aportó además una considerable proporción de agua.
El aumento en densidad de venado bura, así como las condiciones favorables de las proporciones entre machos y hembras y la producción de crías, denotan una marcada ventaja en la productividad poblacional de este ungulado silvestre en el sitio 3, donde se cuenta con un programa de manejo mas específico para el fomento de esta especie, en comparación con los otros sitios.
CONCLUSIONES
– El venado bura respondió favorablemente al manejo llevado a cabo en el sitio 3, donde se observó un incremento al doble de la densidad observada al inicio del estudio.
– El incremento en densidad poblacional es reflejo de la reproducción y sobrevivencia de crías, asi como de la inmigración por el uso de atrayentes.
LITERATURA CITADA
1.- Halls L K. 1980. white-tailed deer’ in: Schmidt, J.L. and D.L. Gilbert (es). Big game of North America. Ecology and Management. Wildlife Mgmt. Inst. Stackpole. Books, USA p.43-65.
2.- Beasom, S L and Wiggers E P. 1981. Productivity of mule and white-tailed deer. Research Highlights. Texas Tech Univ. 12:73 USA.
3.- Kie J G 1987. Measures of wild ungulate performance: Population density and condition of individuals. In: Monitoring animal performance and production. Symposium proceedings. Soc. Range Manage. USA. p. 23-26.
4.- Koerth Band Bryant F. 1980. Habitat use and productivity of mule deer in the Texas Panhandle. Research Higlights. Texas Tech Univ. USA. 11:43.
5.- Wiggers E P and Beasom S L. 1980. Productivity of mule and white-tailed deer in sympatric habitats in west Texas. Research Highlights Texas Tech Univ. USA. p. 44-45.
6.- Fafarman K Rand De Young C A. 1986. Evaluation of spotlight counts of deer in South Texas. Wlidl. Soc. Bull. 14:180-185. USA.
7.- Short H L. 1979. Deer in Arizona and New Mexico: Their ecology and a theory explaining recent population decreses. Gen. Tech. Rep. RAM-70. rocky Mt. For. and Range Exp. Stn. USDA Forest Service. USA.
8.- Kie J G and White M. 1985. Population dynamics of white tailed deer (Odocoileus virginianus) on the Welder Wildlife Refuge, Texas. Southwestern Naturalist. 30: 105-118 USA.
9.- Reyes O S. 1983. condición actual de la población de venado bura en la isla Tiburón, Sonora. Reunión sobre “La fauna y su medio ambiente”. Noroeste de México-suroeste de E.U.A. 20-24 abril, 1981. Arizona. E.U.A. USDA, For. Serv. Gen. Tech. Rep. Wo-365 p. 104-108.
10.- McCullough D R 1982. Evaluation of night spotlighting as a deer study technique. J. Wildl. Manage. 46:936-973. USA.
CUADRO 1
DENSIDAD DE VENADO BURA (ha/venado) PARA CADA SITIO Y PERÍODO DE ESTUDIO.
SITIO | A Ñ O S | ||
1989 | 1990 | 1991 | |
Venados/ha | Venados/ha | Venados/ha | |
1 | 91.74 a | 84.03 b | 78.74 b |
2 | 108.70 b | 90.09 b | 107.53 c |
3 | 93.46 a | 74.63 a | 39.22 a |
Literales diferentes indican diferencia (P<0.05) entre hileras para cada año.
CUADRO 2
RELACIONES NUMÉRICAS MACHO: HEMBRA EN LAS POBLACIONES DE VENADO BURA PARA CADA SITIO EN EL PERÍODO DE ESTUDIO.
SITIO | A Ñ O S | ||||||||
1989 | 1990 | 1991 | |||||||
M | H | i | M | H | i | M | H | i | |
1 | 1 | 4.0 | 33 | 1 | 3.30 | 20.0 | 1 | 6.60 | 25 |
2 | 1 | 7.7 | 50 | 1 | 8.00 | 77.7 | 1 | 11.50 | 20 |
3 | – | — | 80 | 1 | 6.20 | 20.0 | 1 | 4.00 | 25 |
M = machos
H = hembras
i = Proporción de venados con sexo indeterminado en las observaciones.
CUADRO 3
RELACIONES NUMÉRICAS HEMBRA:CRÍA EN LAS POBLACIONES DE VENADO BURA,
PARA CADA SITIO.
SITIO | A Ñ O S | |||
1990 | 1991 | |||
H | C | H | C | |
1 | 1 | 0.09 | 1 | 0.25 |
2 | 1 | 0.22 | 1 | 0.19 |
3 | 1 | 0.60 | 1 | 1.12 |
H = Hembras
C = Crías.