CONTROL PÍRICO: Este método esta relacionado con el uso de quemas prescritos para el control de arbustos indeseables.

CONTROL QUÍMICO: Control donde se utilizan herbicidas tanto foliares como granulares, además de aplicación de aceites como diesel.

CONTROL MECÁNICO: Método donde se utiliza maquinaria y equipo tales como bulldozer, cadenas, discos, talaches, etc.

CONTROL BIOLÓGICO: Control que es ejercido por organismos tales como cabras, insectos, hongos, bacterias, etc.

CONTROL INTEGRADO: Dicho control se refiere a la utilización de dos o más de los métodos antes mencionados.

El uso adecuado de cualquier método de control va a depender de las condiciones topográficas, edáficas, tipo de plantas a controlar o, en un momento dado, las posibilidades del propietario en cuanto a maquinaria y equipo.

APLICACIÓN DE QUEMAS.

La aplicación del fuego se ha acentuado en los últimos años en el Estado, ya sea para mantenimiento de las praderas de buffel o bien para control de arbustos o insectos.

La quema es un método muy efectivo para el control de arbustos, además de mejorar la pradera de buffel aumentando la calidad nutritiva de este, eliminando material viejo y duro el cual no es consumido por el ganado e incrementando la cantidad de forraje permitiendo una carga adicional de 30 a 100%.

Para la realización de esta práctica en el control de arbustos es necesario que exista zacate seco disponible que sirva como combustible, con el fin de crear un fuego mas intenso, ya que los árboles y arbustos, en sí, son malos combustibles; esto es, entre mayor cantidad de combustible exista en la pradera, es mayor el porcentaje de mortandad de arbustos.

Se ha observado que en praderas con 2,300 kg de combustible por hectárea, se ha logrado controlar en un 55% la rama blanca y en un 31% de mezquite; por otra parte, con 4,500 kg de combustible por hectárea se ha controlado en un 100% la rama blanca y en el caso del chírahui un 72%.

La quema ha dado buenos resultados en el control de pequeños arbustos, siendo un poco menos efectiva en el control de árboles con tronco grueso o de gran altura, ya que en estos casos es necesario aplicar dos o tres quemas consecutivas.

Hay que tener atención especial a las praderas donde se haya aplicado fuego; ya que es recomendable permitir que el zacate alcance su tamaño normal antes de iniciar el pastoreo, o solamente utilizar un 30 ó 40% de su producción, es decir en pastoreo ligero; esto con el fin de que al siguiente año, si las condiciones son óptimas, la pradera se reestablezca completamente.

En el control de arbustos indeseables otro método muy utilizado es el de la aplicación de una sustancia química que sea capaz de provocar cambios fisiológicos en la planta hasta producirle la muerte; esta sustancia es llamada herbicida, los cuales pueden ser selectivos ya que solo pueden afectar a la planta de hoja ancha o bien de hoja delgada, según sea el caso.

Las aplicaciones del herbicida pueden ser por aspersión (sobre el follaje), en el suelo (penetrando en la raíz), o bien, en forma individual (principalmente en tallos). La utilización de cualquiera de estos tipos va a depender de la clase de arbusto, del tamaño del área a tratar o bien de la densidad de arbustos a controlar.

La aplicación de herbicidas por aspersión puede realizarse por avión, helicóptero o bien con una mochila aspersora; esto va a depender de la magnitud del área a tratar, así como las posibilidades del propietario; estas aplicaciones deben de realizarse preferentemente en el período de mayor actividad de la planta a controlar, con el fin de que el herbicida penetre en el funcionamiento fisiológico mas activo de la planta, distribuyéndose en toda esta.

En cuanto a aplicaciones en el suelo de herbicidas granulares, estas se deben realizar preferentemente poco antes de las épocas de lluvias o bien en las primeras precipitaciones con el fin de que el agua infiltre el herbicida y estos penetren en la planta por medio de la raíz surtiendo así su efecto letal.

Una de las ventajas de utilizar herbicidas granulares, con respecto a los foliares es que son altamente residuales en el suelo y por lo tanto no solo controlan al arbusto en el año de aplicación, sino que siguen afectando a las nuevas plantas que aparecen durante un período de 3-5 años. En el Cuadro 2 se muestran algunos resultados de estudios realizados por técnicos del cipes en donde se utilizaron tanto herbicidas foliares como granulares para el control de rama blanca.

En lo que se refiere a las aplicaciones de herbicida en forma individual, esto es, planta por planta, es también un método muy efectivo, la desventaja es que se recomienda usarlo en áreas pequeñas o con infestaciones de arbustos muy leves, ya que en áreas grandes y con gran densidad de arbustos, este método es incosteable.

Los principales herbicidas que se utilizan en este tipo de aplicaciones son el petróleo, diesel o destinado o bien algún herbicida líquido.

Existen diferentes formas para la aplicación de estos, que son: “En forma basal”, esto es a una altura de 25-30 cm del tronco principal se aplica el herbicida alrededor del tronco; otra forma es haciendo una “muesca” en el tronco principal cerca de los 40 cm de altura, la cual se llena con herbicida; para arbustos que presentan un gran número de troncos en la base, es un método poco efectivo; otra manera es la aplicación al “tacón”, esto es, se corta la planta ya sea con machete o chapeadora e inmediatamente después se aplica la solución sin permitir secar la herida de la planta.

Estudios realizados en el CIPES con aplicaciones individuales se ha encontrado que en la rama blanca con aplicación de diesel a razón de 250 ml/planta sobre la base se han presentado buenos resultados, con el inconveniente de que es un arbusto que se presenta en grandes densidades por ha; para el caso del mezquite con aplicaciones de diesel a razón de 250 ml/planta es un método efectivo para árboles que presentaron un tallo con un diámetro de 5 a 10 cm, y una altura de 1.75 M, encontrándose hasta un 100% de mortandad y en árboles de mayor tamaño aplicando 0.5 y 1.5 lt/planta se presentó un 60 a 90% de efectividad en el control.

Una recomendación general en el uso de cualquier herbicida es la de leer cuidadosamente las instrucciones que vienen en la etiqueta de cada herbicida siguiéndolas al pie de la letra.

Otro de los métodos que ha sido utilizado en el control de arbustos o especies leñosas es el control mecánico, en el cual, como su nombre lo dice, se utiliza maquinaria agrícola como bulldozer, chapeadora, maquinaria de disco.

En el caso de praderas altamente infestadas con arbustos, en donde la cobertura de zacates es casi nula, se puede realizar un desmonte total o en franjas con un bulldozer, con la condición de que inmediatamente después se realice una resiembra con zacate con el fin de evitar problemas de erosión del suelo.

La utilización de maquinaria con discos es útil en el control de arbustos pequeños tales como la rama blanca, sin embargo también puede destruir la cubierta del zacate buffel, por lo tanto es un método poco empleado para estos casos.

El cadeneo es una práctica donde se utiliza una cadena de gran peso la cual es jalada por dos bulldozer colocados a los extremos de esta de tal forma que la cadena forme una especie de herradura; en ocasiones a la cadena se le coloca un contrapeso para afianzarla mas al suelo; esta práctica es efectiva en el control de árboles de tronco grueso tales como mezquites y huizaches, sin embargo, son poco efectivos en plantas pequeñas y flexibles como la rama blanca, romerillo y hediondilla entre otras.

La utilización del método manual utilizando talache o bien arrancando con la mano puede ser aplicado en arbustos pequeños y en áreas chicas con poca densidad de arbustos, ya que en áreas grandes y con gran población de arbustos, este método es laborioso e incosteable.

En forma general la utilización del método mecánico es efectivo en el año de aplicación, pero existe la inconveniente o desventaja de la presencia del potencial de semilla de estos arbustos indeseables en el suelo; sin embargo este control, integrado con algún otro método puede ser mas efectivo.

PLANTAS TÓXICAS EN VEGETACIÓN NATIVA.

Las plantas tóxicas constituyen uno de los principales problemas en los agostaderos ya que además de reducir la calidad de forraje puede causar pérdidas en la producción de carne en aquellos animales que hayan consumido este tipo de plantas, provocándoles una disminución de peso, abortos en animales cargados o bien hasta la muerte en aquellos animales altamente intoxicados.

Se le considera planta tóxica a aquella que contenga una sustancia química específica (principio tóxico) que al ser consumido por los animales cause cambios fisiológicos y bioquímicos a los mas susceptibles.

Este tipo de plantas por lo regular se le encuentra en mayor densidad en áreas sobrepastoreadas, lugares con algún disturbio como terracerías, aguajes o bien en resiembras sin éxito; sin embargo, en pastizales con buena condición, estas plantas, aunque en menor densidad, también están presentes formando parte de los ecosistemas.

En las plantas pueden existir diferentes sustancias químicas las cuales son las causantes de que sobrevenga la intoxicación, siendo estas alcaloides, nitratos, polypeptidos, aminas, glucosidas, oxalatos, resinas y minerales entre otros.

En los agostaderos donde se presentan plantas tóxicas, en la mayoría de los casos, los ganaderos han aprendido a convivir con ellas; para esto es necesario que el ganadero conozca algo sobre este tipo de plantas como: cuales son las principales plantas tóxicas, cuando aparecen estas, en que lugares se encuentra y cual es su principio tóxico.

En el cuadro 3 se enlistan algunas de las principales plantas tóxicas, que se presentan después de las lluvias de verano o bien están presentes durante todo el año debido a que son perennes.

De las plantas antes mencionadas existen algunas que son fuertemente tóxicas, tal es el caso de Nicotiana glauca (JUAN LOCO) que inmediatamente después de consumida se presentan los síntomas de intoxicación. También existen algunas plantas que solo algunas partes son tóxicas, casos específicos el de Erytrina flabelliformis (chilicote) en la que los frutos son tóxicos; o bien Acacia constricta (vinorama) en donde la sustancia tóxica la presenta en las hojas.

En el cuadro 4 se enlistan algunas plantas que se presentan después de las lluvias de invierno; por lo regular en esa época la producción de zacates nativos es mínima y en lugares sobrepastoreados pueden alcanzar grandes densidades.