AVANCES DE INVESTIGACIÓN PECUARIA EN EL ESTADO DE SONORA. 83-84.

DICIEMBRE 1985.

GRADO DE INFESTACIÓN Y DAÑOS DE MOSCA PINTA (Aeneolamia albofasciata Lallemand), EN PRADERAS DE ZACATE BUFFEL (Cenchrus ciliaris (L) Link) REPRESENTATIVAS

DE LA REGIÓN CENTRAL DE SONORA, DURANTE 1984.

Oscar Cázares de Hoyos y Carlos Hugo Alcalá Galván.

En los últimos años las praderas de zacate buffel en Sonora, se han visto afectadas por el insecto conocido comúnmente como mosca pinta o salivazo de los pastos. Esta plaga disminuye la producción y calidad de forraje y los daños llegan a ser considerables, al provocar la muerte total de gran número de plantas en áreas donde los niveles poblacionales son altos, 25 ó más ninfas por m2 y 1 ó más adultos por redada.

Se estima que durante 1960 a 1970, las infestaciones por este insecto causaron la pérdida de por lo menos 300,000 hectáreas de pastizales, de las seis millones existentes en la vertiente del Golfo de México. En esta región se han estudiado, por mas de 20 años, diversas medidas para combatir a la mosca pinta, generándose información valiosa e incluso recomendaciones prácticas, para reducir los niveles de infestación de dicha plaga, aunque sin llegar a un control absoluto. En Sonora, el adoptar cualquier medida por favorable que haya resultado en aquella región, implica riesgo en la relación costo-beneficio de la operación, debido, principalmente, a las diferencias ambientales, lo cual exige probar y definir prácticas de combate adecuadas y específicas para este medio.

La evaluación de cualquier práctica de combate, debe fundamentarse en el conocimiento de las relaciones del insecto en su medio ambiente, siendo para este caso la relación entre el grado de incidencia de la mosca pinta y las condiciones ecológico-productivas de la pradera, las cuales están bastante influenciadas por la edad de establecimiento y las prácticas de manejo para su aprovechamiento.

Con la anterior consideración se desarrolló, durante 1984, un estudio para terminar los grados de infestación y daños de mosca pinta en praderas de zacate buffel, bajo diferentes condiciones de manejo y establecimiento, localizadas dentro de los terrenos del CIPES, en Carbó, Sonora.

Se seleccionaron siete áreas de estudio de acuerdo a diferencias en la edad del establecimiento, tipo de pastoreo (intensivo, moderado, ligero) y prácticas de mejoramiento (quema y chapeo). En cada área se evaluó la condición de la pradera, mediante los siguientes parámetros: altura promedio del follaje (cm), densidad (plantas/m2), cobertura basal (%), cantidad de forraje disponible en base seca (kg/ha) y relación de forraje aprovechable y no aprovechable (Cuadro 1).

Los grados de infestación (Cuadro 2) se obtuvieron mediante la relación de los niveles de población del insecto (en los estados de ninfa y adulto) con la proporción de forraje infestado en cada pradera, cuya determinación se hizo en dos fechas: la primera en el mes de agosto, cuando la plaga se encontraba en estado de ninfa y la segunda en el mes de septiembre, cuando se encontraba en estado adulto. Para el muestreo de ninfas se utilizaron cuadrantes de 1 m2, registrando el número de ninfas por unidad de superficie, mientras que para la densidad de adultos se usaron estructuras cúbicas de alambrón con tela de tul, a manera de red, con base de 0.5 m2, lo que permitió obtener niveles de población por unidad de superficie.

Específicamente, las fórmulas aplicadas para determinar los grados de infestación por ninfas y adultos son las siguientes:

Grado de infestación por ninfas = Densidad de ninfas x forraje infestado

(forraje aprovechable total)

Grado de infestación por adultos = Densidad de adultos

Forraje aprovechable total

Para el grado de infestación por adultos, todo el material aprovechable presente se consideró infestado, tomando en cuenta que el insecto en este estado tiene mayor dispersión que en estado de ninfa.

Al final del estado de adulto, se estimaron los daños mediante separación de material aprovechable sano y material aprovechable dañado, el cual se identificó a simple vista en un muestreo de forraje para cada una de las áreas estudiadas. Los resultados de esta estimación se presentan en el Cuadro 3, donde se indica la cantidad de forraje aprovechable dañado y el porcentaje que representa del aprovechable total.

Según los resultados presentados en el Cuadro 1, en cuanto a altura del follaje y cantidad de forraje disponible antes de la incidencia de la plaga, podría suponerse que las áreas mas susceptibles al ataque de mosca pinta serían la de pastoreo intensivo estacional, pastoreo ligero y pastoreo moderado y que, por otro lado, las menos afectadas serían las áreas quemadas y la de chapeo anual. Los resultados presentados en el Cuadro 2 indican grados de infestación altos para las áreas de pastoreo ligero y pastoreo intensivo estacional; sin embargo, el área chapeada presenta alto grado de infestación por ninfas, en relación a las demás áreas, atribuyéndose ésto a que el forraje cortado y acumulado en el suelo formaba “colchones” de materia orgánica que retenían valores altos de humedad favorables para el desarrollo de ninfas. Otro dato interesante es el de una de las áreas quemadas, que aun cuando no tuvo incidencia de ninfas, el grado de infestación por adultos fue de consideración.

La estimación de los daños presentada en el Cuadro 3, indica que las áreas mas afectadas son la de pastoreo ligero y la de quema, con tres años de establecimiento, cuyos daños fueron de 13.1% y 3.3% de material aprovechable, respectivamente.

Al relacionar los grados de infestación con la estimación de daños, es necesario considerar que el pastoreo durante la incidencia de la plaga (p.d.i.p.) influyó disminuyendo el efecto nocivo del insecto, como se observa en el área con pastoreo intensivo estacional, en la cual, aunque los grados de infestación fueron altos, los daños resultaron menores a los del área quemada con 3 años de establecimiento, donde los grados de infestación fueron bajos pero no hubo pastoreo durante la incidencia de la plaga.