20 AÑOS DE INVESTIGACIÓN PECUARIA EN EL CIPES. 1989

FORRAJES IRRIGADOS

Ing. Genaro Lizárraga del C.

Ing. Gustavo D. Ibarra Daniel

Ing. Félix R. Burboa Cabrera *

Ing. Miguel A. Zapata Moreno

Ing. Rubén Cabanillas Cruz

Ing. Francisco J. Peñúñuri M.

INTRODUCCION

El estado de Sonora, presenta un gran potencial agropecuario ya que su territorio está compuesto con mas de 15 millones de hectáreas de agostadero y aproximadamente 670,000 hectáreas agrícolas de riego y 50,000 de temporal.

A partir de lo anterior es factible considerar una integración de estos sectores para mejorar la actividad ganadera con la agrícola, ya que en general, la capacidad alimenticia de los ranchos ganaderos en el estado de Estado de Sonora está muy limitada, por lo que es necesario complementar la dieta del ganado con forrajes de alta calidad producidos bajo riego en las áreas agrícolas.

La investigación en el departamento de forrajes se inició en el invierno de 1971-1972, con los siguientes objetivos:

1) Encontrar las especies forrajeras tanto de invierno como de verano con las que se obtengan los mayores rendimientos de forraje y producto animal por hectárea.

2) Evaluar sistemas de pastoreo y manejo que permitan utilizar eficientemente el forraje productivo bajo irrigación.

3) Determinar las especies y sistemas de manejo con las cuales se pueda producir forraje durante todo o mayor parte del año para poder establecer explotaciones que así lo demanden.

4) Definir sistemas de producción encaminados a integrar recursos del agostadero y zonas agrícolas, para maximizar la eficiencia en la industria pecuaria.

5) Integrar sistemas de alimentación en base al pastoreo de forrajes irrigados tendientes a minimizar el costo del kilogramo de carne y leche producidos.

Al iniciar la investigación en el Departamento de Forrajes del CIPES, primeramente se compararon dos gramíneas de invierno bajo pastoreo: El ryegrass o ballico italiano y la cebada forrajera. Con este estudio, quedó demostrada la superioridad del ryegrass ya que se incrementaron los días de superioridad del ryegrass ya que se incrementaron los días de pastoreo en 33%, la capacidad de carga en 2.5%, la ganancia diaria promedio en 10.7% y la ganancia total por hectárea en 51.4%.

A partir de entonces se realizaron estudios con este pasto con la finalidad de conocer las prácticas de manejo mas adecuadas para optimizar la producción y calidad del forraje. Se encontró que la fecha de siembra recomendada para el Estado es a partir de mediados de septiembre para las regiones mas frías hasta finales de octubre para la parte sur. La densidad de siembra fluctúa entre 15 y 25 kg de semilla por hectárea y en investigaciones recientes la densidad se ha reducido hasta 10 kg de semilla sin afectar la producción forrajera.

Es importante considerar que para la densidad baja es esencial el uso de sembradoras precisas (granos pequeños), para que la semilla quede distribuida uniformemente sobre el terreno. La cantidad de agua a usar va a depender del tipo de suelo y de la capacidad de retención de humedad del mismo. Durante el establecimiento, la lamina de agua varía de 45 a 65 cm para suelos pesados y livianos, respectivamente.

En lo relativo a la fertilización del ryegrass se encontró que esta va a depender de la fertilidad del suelo aplicándose en general de 100 a 150 kg de nitrógeno y 100 kg de P₂O₅ por hectárea para el establecimiento y después de cada pastoreo se emplean de 50 a 60 kg de nitrógeno por hectárea. El establecimiento tiene una duración aproximada de 60 a 70 días y se pastorea por un promedio de 150 días.

Con el objetivo de evaluar las diferencias en producción de forraje en distintas variedades de ryegrass, se realizó un estudio donde se compararon 4 anuales, 3 perennes, y 2 tetraploides. En producción total de forraje, las variedades tetraploides y anuales presentaron rendimientos muy similares y fueron superiores a las perennes; la producción promedio fue de 13.46, 13.34 y 12.24 toneladas de forraje seco por hectárea en 5 cortes, para tetraploides, anuales y perennes, respectivamente.

En cuanto a comportamiento animal, es decir cuando se le impone el efecto del pastoreo, el ryegrass en promedio mantiene de 2,000 a 2,500 kg de peso vivo por hectárea y produce ganancias de 0.750 kg por animal por día en becerros de destete y de 0.910 kg en novillos de sobreaño, dando una ganancia total por animal de 112 y 136 kg y un total por hectárea de aproximadamente 1,360 kg.

Con la finalidad de iniciar el pastoreo mas temprano e incrementar el ciclo productivo de la pradera, el ryegrass se puede asociar con la cebada, la avena o el trigo. En este caso se aprovecha la velocidad de crecimiento de los cereales al inicio de su ciclo lo que permite incrementar el pastoreo en aproximadamente 20 días. Es importante sembrar únicamente el 40% de la pradera con la mezcla y el resto dejarlo con ryegrass solo. De esta manera se reduce el riesgo de que se pase el cereal en los últimos potreros de la primera rotación. La carga animal y la ganancia de peso por animal no se modifican, pero se incrementa el ciclo de pastoreo en aproximadamente 20 días y la ganancia total por hectárea en 13.3%.

Cuando se complementa con esquilmos agrícolas ya sea el ryegrass o ryegrass-cereal la capacidad de carga se puede incrementar de 10 a 20 animales por hectárea, la ganancia diaria promedio se reduce en 12.1% y la ganancia total por hectárea se aumenta en 57.5% comparado con ryegrass solo. En este caso es necesario controlar el tiempo de pastoreo de 5 a 6 horas diarias y al esquilmo adicionarle del 15 al 25% de melaza y 1% de urea y proporcionarlo a los animales en el callejón de descanso en comederos.

Los novillos que pesan arriba de 250 kg pastoreados en praderas de ryegrass y suplementados con grano, melaza o la combinación de ambos energéticos, pueden finalizarse en el ciclo de producción del pasto, alcanzando ganancias diarias de 1.1 kg por animal, rendimientos de pie a canal de 58.5% y grado de clasificación buena arriba del 80%. En el caso del grano, la carga óptima económica fue de 12 animales por hectárea con un consumo de 4.0 kg de grano por animal por día y para melaza fue de 18 animales por hectárea y un consumo de 5.8 kg de melaza/animal/día.

Los estudios en lo relativo a producción de semilla de ryegrass desarrollados en CIPES indican que esta gramínea después de efectuados tres cortes al forraje produce en promedio 770 kg de semilla por hectárea con 91% de germinación. Esta cantidad de semilla es suficiente para sembrar de 25 a 30 hectáreas en el siguiente ciclo de producción del pasto.

2/ Después del último corte.

En conclusión, la investigación desarrollada en CIPES en lo referente a este pasto ha sido de gran utilidad para la ganadería sonorense ya que en los últimos años se han venido sembrando de 20,000 a 25,000 hectáreas de ryegrass, en las cuales se podrían crecer la totalidad de los becerros machos que se producen en el Estado.

Las condiciones climáticas extremas que se presentan en el estado de Sonora, hacen imposible la utilización bajo pastoreo de una sola especie forrajera durante todo el año, por lo tanto es necesario manejar dos o mas especies con óptimas de crecimiento en épocas estacionales diferentes.

Mediante la utilización de especies de verano e invierno es posible realizar el pastoreo en forma continua la mayor parte del año, sembrando pastos anuales de invierno como el ryegrass sobre los zacates bermuda. Con esta operación, se optimiza el terreno dedicado al pastoreo de forrajes irrigados cuando se tiene limitante de tierra y no de agua y cuando el recurso limitante es el agua el pastoreo se puede realizar en forma separada.

Con este sistema, se ha encontrado que se pueden mantener 12 animales/ha durante 300 días de pastoreo con ganancia diaria promedio de 0.715 kg/animal y 2,574 kg de peso vivo por hectárea.

Al utilizar este sistema de alimentación de praderas de producción continua también se pueden finalizar animales. En un estudio donde se usó grano de sorgo como suplemento se encontró que la ganancia de peso de los animales fue de 0.865 y 0.951 kg/animal/día y la ganancia total/ha de 2,618 y 2,875 kg para los niveles de 30 y 50% de energía, respectivamente. El rendimiento de pie a canal frío fue de 57.6 y 58.9% y arriba del 80% de los canales clasificaron en grado bueno y el resto en estandar.

En lo referente a pastos de verano, se encontró que los bermudas mejorados, (Híbridos que no producen semilla viable), producen las mejores ganancias de peso cuando se comparan con zacates tanto anuales como perennes de crecimiento en el verano.

En un estudio donde comparo el bermuda Cruza-I con tres zacates perennes de verano, se encontró que la ganancia de peso fue superior en 23.2, 39.4 y 100.8% para Cruza-I con respecto a los zacates buffel, Klein y Panizo azul. Estas variedades (bermudas) son perennes y se establecen por medio de material vegetativo. tiene la ventaja de que si son sembrados en áreas agrícolas no contaminan terrenos adyacentes como sucede con el bermuda común, que también se propaga por medio de semilla.

En su propagación se emplea alrededor de una tonelada de material vegetativo por hectárea, pudiéndose iniciar la siembra desde principios del verano o cuando haya disponibilidad de material vegetativo. La fertilización es similar a la que se emplea con otras gramíneas y en general requiere de 100 kg de P2O5 y de 350 kg de nitrógeno por hectárea por año. El pastoreo se puede iniciar desde mediados de abril para la parte sur del estado hasta junio en la parte norte, alcanzando mas de 150 días de pastoreo. Estas variedades debido a su alta producción de forraje pueden mantener de 3,000 a 3,500 kg de peso vivo por hectárea produciendo ganancia de 0.585 kg por animal por día (promedio de 10 años de estudios).

Estudios mas recientes, comparando diferentes líneas mejoradas de bermuda demuestran que en ganancia diaria promedio el Cruza II fue superior a Cruza I santo domingo en 37.9 y 0.6% y en ganancia total por hectárea en 72.5 y 25.6% respectivamente. Asimismo, el Cruza II mantuvo 25% mas de carga animal que Cruza-I y Santo Domingo.

Actualmente, existe tanto por parte de CIPES como por Gobierno del Estado un programa permanente de donación de material vegetativo de Bermuda Cruza-II con el cual han salido beneficiados un total de 650 productores.

Dentro de las especies forrajeras de verano producidas bajo irrigación que presentan un buen potencial para ser utilizados en la alimentación de rumiantes, se encuentran también los sorgos y maíces forrajeros los cuales producen gran cantidad de forraje; sin embargo, sus características morfológicas y época de crecimiento, los hacen poco adecuados para henificarse, por lo que el ensilaje y verde picado son los métodos más comúnmente empleados para utilizarlos en la alimentación de los rumiantes.

Al respecto se realizó un estudio donde se compararon variedades de sorgo forrajero, de doble propósito y de grano. Se encontró que las mejores producciones de forraje verde por hectárea en un solo corte se obtuvieron con las variedades forrajeras y doble propósito (92.6 ton/ha) y los rendimientos mas bajos se obtuvieron con las variedades para grano oscilando su producción entre 65.4 y 36.8 toneladas de forraje verde por hectárea. La digestibilidad in vitro de la materia seca para todas las variedades fue muy similar y promedio 60.2%.

La fecha de siembra mas adecuada para las variedades de sorgo forrajero en la región central de Sonora va del 20 de abril al 7 de Mayo y la variedad de mayor rendimiento ha sido la Beefbuilder.

En una prueba comparativa entre sorgos y maíces forrajeros realizada en el sur del estado, se observó que las variedades de sorgo producen 88.6% más forraje verde que el maíz; sin embargo, los maíces debido a su mayor calidad nutritiva propician ganancias de peso superiores (1.127 kg/animal/día), a las obtenidas por los sorgos (0.950 kg/animal/día).