MEMORIA TECNICA PATROCIPES, NO. 10
JULIO DE 1996.
UTILIZACION DE FORRAJE Y DESARROLLO DE GANADO PASTOREANDO EN UNA PRADERA DE RYEGRASS Y RECIBIENDO SUPLEMENTOS CONCENTRADOS
Genaro Lizárraga del C.
Rogelio Gómez A.
Cesar Ortega G.
Francisco Peñuñuri M.
RESUMEN
La producción intensiva de carne con animales en pastoreo está limitada por el valor nutritivo del forraje y por la capacidad de carga de la pradera. Con el propósito de incrementar las ganancias de peso individuales y por hectárea, se condujo una prueba de comportamiento de ganado pastoreando zacate ryegrass y recibiendo suplementos. Se emplearon 51 vaquillas de 220 kg de peso inicial distribuídas al azar por peso y raza en siete tratamientos de pastoreo y dos capacidades de carga. Con 12 cabezas/ha: 1).- testigo (sin suplemento); 2).- suplemento con 200 g de harina de pescado (HP); 3).- suplemento con 500 g de grano de maíz (GM); 4).- suplemento con HP-GM; y con 18 cabezas/ha: 5).- suplemento con HP; 6).- suplemento con GM; y 7).- suplemento con HP-GM. Los suplementos proporcionaron cantidades similares de nitrógeno y difirieron en energía digestible. Los resultados obtenidos en 84 días de evaluación de los suplementos mostraron que el tratamiento testigo fue inferior a los suplementados tanto en carne/ha como en ganancia diaria de peso (578 vs 962 kg/ha y 0.573 vs 0.763 kg/a/d; P< .05). La suplementación ayudó a incrementar la ganancia diaria de peso en los lotes de carga baja (0.957 kg/a/d), mientras que en la carga alta, evitó disminuciones en la ganancia (0.634 kg/a/d) que podrían esperarse con una carga de 3,960 Kg de peso vivo/ha sin suplementación. El efecto benéfico de la suplementación en los grupos de carga baja se manifiesta en el hecho de que con ambas cargas se obtienen rendimientos de carne por hectárea similares (965 vs 959 Kg/ha para 12 y 18 cab/ha, respectivamente) lo que reduce la inversión por concepto del ganado. Al comparar los efectos de HP, GM y HP-GM, no se encontraron diferencias significativas dentro de cada nivel de animales por hectárea. Se concluye que la suplementación hizo a los animales más eficientes para convertir los nutrientes de la pradera y del concentrado a peso vivo. En los grupos con carga alta, este efecto es menos evidente porque el forraje disponible fue insuficiente (5.10 vs 7.73 kg/animal/día; carga alta y baja) para que se detectara una respuesta significativa en incremento de peso en estos tratamientos.
INTRODUCCION
Con el cultivo de forrajes mejorados se ha logrado intensificar la producción a niveles considerables, pudiéndose llegar a producir por hectárea hasta 1,200 kg de aumento de peso en el ganado en un ciclo de pastoreo1. Sin embargo, los aumentos individuales son inferiores a la capacidad genética de la especie y es necesario desarrollar alternativas que permitan expresar este potencial.
La primer limitante en la intensificación de la producción bovina en praderas cultivadas está en la cantidad de nutrientes que aporta la pradera. Incrementar la producción animal se puede lograr aumentando la cantidad de nutrientes que el animal consume y/o la calidad de la dieta.
Varios estudios realizados en el Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora demuestran que se puede incrementar la producción de carne por hectárea mediante la administración de un alimento amortiguador2; sin embargo, la ganancia de peso individual se reduce al disminuir la calidad de la dieta. Enriquecer la calidad del amortiguador con concentrados proteicos o energéticos ha dado buena respuesta biológica pero la ventaja económica no siempre es la deseable.
La suplementación proteica también genera respuestas importantes en ganado pastoreando ryegrass. Esta respuesta esta relacionada con la cantidad de proteína suplementaria y la naturaleza del suplemento (amortiguador vs concentrado). En vaquillas de reemplazo (165 kg) recibiendo amortiguador, la respuesta en ganancia de peso a 50 g de harina de sangre fue mínima3. Igualmente la respuesta fue mínima a 80 g de harina de pescado4; sin embargo, en la misma prueba 160 g de harina de pescado fue notablemente superior al testigo sin suplementar e igual a 240 g del ingrediente proteico.
Ganado recibiendo suplementos que aportan 450 g de grano de maíz por animal por día y 23 % de proteína cruda (a partir de harinolina o harina de carne) presentó un mejor desarrollo en relación al ganado no suplementado (748 vs 1077 g/d), aunque aparentemente no se observó un efecto directo por el tipo de proteína5. La respuesta a proteína ha sido reportada también por Nelson y Duncan6 y Fairbrother y Brink7, aunque disienten en cuanto a que la respuesta es a proteína total o proteína sobrepasante. Aparentemente la mejor respuesta a proteína sobrepasante está relacionada con animales de menor peso8.
La suplementación energética ha sido contraindicada para ganado en pastoreo por tener efectos negativos sobre la utilización del forraje. En primer lugar esta el hecho de que los microorganismos del rumen prefieren digerir almidones a carbohidratos estructurales9 lo que trae en consecuencia una disminución en la digestión de la fibra. Al mismo tiempo, en la digestión de granos en grandes cantidades, el pH del rumen disminuye, lo cual también tiene un efecto negativo sobre la digestión de la fibra del forraje10. Esta sensibilidad a cambios en el pH es mayor en las bacterias que digieren fibra que en las que digieren concentrados11. Finalmente otra razón para usar niveles reducidos de grano en la suplementación de bovinos consumiendo forrajes, es por que niveles altos causan reducciones en su consumo, no solo por una menor digestión de fibra, sino también por desplazamiento de masa, lo cual reduce la eficiencia de utilización de la pradera.
Estudios donde se suplementó energía a partir de grano o melaza en cantidades de 0.8 a 5.5 kg/d han mostrado resultados variables12,13,14. Aún cuando se logra incrementar la producción animal en 12 a 18 %, los mejores resultados se obtienen con niveles bajos de concentrado. En otro estudio donde no se proporcionó amortiguador15, la ganancia de peso de becerros aumentó de 0.84 a 0.977 y 0.934 kg/d, proporcionado 0.00, 0.81 y 1.35 kg de maíz diarios. Este nivel de respuesta es superior al observado cuando se proporciona amortiguador. Estos resultados concuerdan con los reportados por Kemalian16 donde la mejor respuesta a la suplementación con maíz fue con 0.45 kg diarios, comparados contra 0.90 y 1.8 kg/d. En este estudio la ganancia animal con ryegrass sin suplemento fue de 1.0 kg/d, mientras que con 0.45 kg maíz fue de 1.2 kg/d.
Aparentemente la respuesta a suplementos concentrados es mayor y económicamente más redituable cuando se proporcionan sin amortiguador. Estos estudios sugieren también una posible complementariedad entre suplementos proteicos y energéticos; indican también que el nivel de suplementación debe de ser cercana a 100 g de proteína y de no más de 1 kg de grano.
Este trabajo se realizó con el objetivo de evaluar el efecto que cantidades limitadas de suplementos concentrados de energía y/o proteína tienen sobre la ganancia de peso individual y por hectárea del ganado pastoreando en una pradera de ryegrass con dos intensidades de carga.
MATERIALES Y METODOS
Preparación del área. El presente trabajo se desarrolló en el CIPES sobre una superfície de 4 ha sembradas con ryegrass (Lolium multiflorum L.). El área de estudio se localiza a 465 msnm con una precipitación y temperatura media anual de 294 mm y 23oC, respectivamente. El suelo es de textura migajón arenoso, profundo y de baja fertilidad. El ryegrass se sembró a principios de octubre de 1992 cuando la temperatura media oscilaba entre los 20 y 24oC.
Se empleó la variedad de ryegrass anual “Oregon”. En la preparación del terreno se llevaron a cabo las siguientes labores de cultivo: barbecho, rastreo, aplicación de fertilizantes, tabloneo, siembra y trazo de riego.
Se utilizó una densidad de siembra de 20 kg de semilla por hectárea. La siembra se efectuó al voleo y en terreno seco, tapando la semilla con un paso de rastra de ramas. Se fertilizó en presiembra con 100-100-00 (N-P-K) por hectárea (217 kg de fosfato de amonio y 133 kg de urea). La dosis de N se completó a 150 kg durante el establecimiento. Después de cada pastoreo se aplicaron 50 kg de N por hectárea para favorecer la recuperación del zacate.
El sistema de pastoreo que se empleó fue el rotacional en franjas, donde cada día se dio una porción de terreno a los animales para el pastoreo; posteriormente, esta franja se fertilizó y regó para su recuperación la cual tuvo un intervalo de 21 a 28 días, dependiendo de las condiciones ambientales que se presentaron durante el ciclo de producción del ryegrass.
Prueba de comportamiento. Se emplearon 51 vaquillas de 220 kg de peso promedio. Al inicio de la prueba los animales se vacunaron contra clostridiasis (siete cepas), se desparasitaron, se vitaminaron y se descornaron.
Los animales se pesaron dietados y se asignaron a los tratamientos experimentales por peso y raza. Posteriormente pasaron a la pradera donde tuvieron acceso libre al forraje, agua y sal mineralizada. Se tuvo una fase previa de adaptación al forraje sin suplementación y posteriormente, se les administraron los concentrados en evaluación, ofreciéndolos en comederos a libertad. Cada 28 días se pesó el ganado previa dieta de 12 a 14 hs para monitorear el crecimiento. La duración de la prueba fue de 42 días sin suplementación y de 84 días de pastoreo donde se evaluaron los concentrados en estudio.
Los tratamientos consistieron en dos cargas animal en la pradera, 12 y 18 vaquillas por hectárea que recibieron distintos tipos de concentrado, más un lote testigo sin suplementar con la menor carga. Los tratamientos se resumen en el cuadro 1 y las fórmulas de los concentrados aparecen en el cuadro 2. En los tratamientos con suplementación, se suministraron cantidades similares de nitrógeno, pero diferentes niveles de energía digestible (ED).
Estimación del consumo de forraje. El consumo de forraje se estimó en base a la desaparición de materia seca de la pradera. La disponibilidad de forraje de la pradera se medió por medio del metro cuadrado tomando 3 muestras de cada franja para determinar la producción en verde. Se tomó una muestra y se determinó el porcentaje de materia seca en estufa de aire forzado a una temperatura de 50-60oC. Después que los animales desocuparon la franja se muestreó el sobrante de forraje del cual se tomaron 5 muestras.
Para estimar el consumo de forraje (CEF) se empleó la siguiente fórmula:
CEF = FD – FS/DA
donde:
FD = Forraje disponible.
FS = Forraje sobrante.
DA = Días animal.
Análisis de la Información. El diseño experimental empleado fue totalmente al azar y se analizó estadísticamente de acuerdo con los procedimientos del paquete SAS para análisis de varianza y la comparación de promedios de efectos se efectuó por contrastes ortogonales17.
RESULTADOS Y DISCUSION
En el cuadro 3 se presentan los resultados de la primera fase que tuvo una duración de 42 días. En esta fase, la carga animal en la pradera fue de 15 animales por hectárea y no se utilizó suplementación complementaria al pastoreo. La ganancia diaria promedio fue de 0.667 kg/animal/día, la ganancia por animal de 28.0 kg y el aumento total de peso vivo por hectárea de 420 kg.
En este período, aún cuando existió buena disponibilidad de forraje debido a la entrada tardía de los animales a la pradera, la ganancia de peso fue baja, sin embargo, en otros estudios realizados con vaquillas y con la misma carga animal se han obtenido resultados similares3.18, lo cual se puede deber a que los animales están recién destetados, y por otra parte, reducen su consumo de forraje perdiendo tiempo en reconocer la pradera.
Los resultados de la prueba de suplementación que tuvo una duración de 84 días se observan en el cuadro 4. En la carga baja, no se encontró diferencia (P> .05) para ganancia diaria promedio (gdp) en los tres grupos suplementados (0.957 kg/d), aunque fue ligeramente inferior el lote con proteína-energía. Sin embargo, estos tres grupos fueron diferentes del testigo (P< .01) que promedió 0.573 kg/animal/día.
Para la carga alta, tampoco se encontró diferencia (P> .05) en gdp entre los lotes suplementados (0.634 kg/d), siendo esta, inclusive igual a la del testigo en la carga baja. Se encontró diferencia significativa (P< .01) en gdp entre los lotes suplementados de la carga baja con respecto a los de la alta (0.957 vs 0.634 kg/d). Investigadores de la Universidad de Oklahoma indican que la suplementación en cantidades limitadas (0.454 kg/a/d) mejora el comportamiento del ganado en pastoreo, ya que se incrementa el consumo de forraje, pero si el forraje disponible es limitado, la respuesta del suplemento sobre el comportamiento se reduce19.
Por otra parte (cuadro 4), la ganancia por hectárea fue muy similar entre cargas en los grupos suplementados, promediando la baja 965 kg y la alta 959 kg de aumento de peso vivo por hectárea.
En el cuadro 5 se aprecia el efecto benéfico de la suplementación para la carga baja, ya que en promedio la gdp se incrementó en 67.0 % para los lotes suplementados con respecto al testigo, existiendo una diferencia promedio a favor del uso del suplemento de 387 kg más de incremento de peso por hectárea. Se presentó además un beneficio económico superior para los tratamientos con proteína y/o energía de N$ 3.67 y N$ 4.38 por cada peso invertido en el suplemento. En el grupo con proteína-energía la recuperación fue menor (N$ 2.12) debido a la menor ganancia de peso obtenida y al mayor costo del suplemento.
Para la carga alta (cuadro 6), las recuperaciones no se muestran tan atractivas (N$ 2.13 en promedio) debido a las bajas ganancias de peso obtenidas que fueron propiciadas por la baja disponibilidad de forraje ofrecido lo que también redujo su consumo, el cual fue de menor calidad debido a la poca capacidad de selección que tuvieron los animales en estos tratamientos.
Con la ganancia de peso obtenida, con el peso promedio a través de la prueba y con el consumo estimado de forraje en el tratamiento testigo (cuadro 7), se calculó la energía digestible (ED) del ryegrass, siendo esta de 2.84 Mcal/kg. Con este valor se determinó el consumo de energía a partir del forraje en los demás tratamientos, a los que además se les adicionó la energía digestible que recibieron del concentrado. Se encontró que en los tratamientos suplementados con proteína, las ganancias fueron superiores a las esperadas con el nivel de energía consumida.
Este resultado es posible que se deba a que al recibir proteína adicional, el ganado haya sido más eficiente en la utilización de la energía por haber una mayor disponibilidad de aminoácidos a nivel sanguíneo. Existen evidencias que indican efectos del metabolismo proteico sobre niveles hormonales (insulina, hormonas del crecimiento, etc) que producen una respuesta anabólica20.
En el caso de los animales en la carga alta, el resultado fue similar aunque aparentemente más eficiente. Está bien documentado que al limitar el consumo de forraje, como se expresa en el cuadro 8, los animales son mas eficientes para utilizar los nutrientes, por lo que los efectos de los suplementos no tienen el mismo significado que en los de la carga baja.
Considerando los resultados obtenidos se concluye lo siguiente:
1.- El grupo testigo es inferior a los tratamientos con suplementación en ganancia de peso vivo por hectárea.
2.- El suplemento ayudó a mejorar la ganancia diaria de peso individual en la carga baja.
3.- El suplemento evitó perdidas en ganancia diaria de peso individual en la carga alta, aún cuando la disponibilidad de forraje fue menor que en el resto de los tratamientos.
4.- No existen diferencias entre suplementar energía o proteína en los niveles probados; sin embargo, el mejor beneficio económico se obtiene con el grano.
5.- Aún cuando la ganancia diaria individual es menor en la carga alta en relación a la carga baja, el ingreso neto por hectárea es mayor en la carga alta.
LITERATURA CITADA
1.- Lizárraga, C., G, G. Ibarra, F. Burboa, M. Zapata, R. Cabanillas y F. Peñúñuri. 1989. Forrajes irrigados. 20 Años de investigación pecuaria en el CIPES. Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora. Hermosillo, Son. Mex. P.12.
2.- Lizárraga, C. y F. Peñúñuri. 1991. Las praderas irrigadas en la ganadería de Sonora. IX Simposium Internacional sobre Ganadería. SARH-INIFAP, Chihuahua, Chih. p. 49.
3.- Cáñez, H., R. Gómez, G. Llamas, A. Zapién y C. Servín. 1982. Alternativas para el crecimiento de vaquillas durante la época de secas en el Estado de Sonora, Avances de Investigación Pecuaria en el Estado de Sonora. CIPES-INIP-SARH, Gob. de Son. p. 68.
4.- Lizárraga, G., G. Ibarra, M. Zapata, R. Cabanillas y C. Cajal. 1987. Efecto de la suplementación de melaza y harina de pescado sobre el comportamiento de becerros en pastoreo de ballico anual. Reunión de Investigación Pecuaria en México. p. 214.
5.- Burboa, F., G. Lizárraga, R. Gómez, M. Zapata, G. Ibarra y R. Cabanillas. 1991. Efecto de la lasalocida y diferentes fuentes de proteína en becerros pastoreando ballico anual. Reunión Nacional de Investigación Pecuaria. Cd. Victoria, Tamaulipas, p. 304.
6.- Nelson, M. and R. Duncan. 1991. Corn gluten meal supplementation of steers grazing an irrigated orchardgrass pasture. J. Anim. Sci. 69 (Supp 1):254.
7.- Fairbrother, T. and G. Brink. 1991. Effect of energy and protein supplement on performance of steers grazing bermudagrass pastures. J. Anim. Sci. 69(Supp 1):255.
8.- NRC. 1985. Ruminant nitrogen usage. National Academy Press. Washington, D.C. p. 110-111.
9.- Russell, J. and R. Baldwin, 1979. Comparison of substrate affinities among several rumen bacteria: a posible determinant of rumen bacteria competition. Appl. Environ. Microbiol. 37:531.
10.- Erdman, R.A. 1988. Dietary buffer requirements of the lactating dairy cow: a review. J. Dairy Sci. 71:3246.
11.- Therion, J.J., A. Kistnor and J.H. Kornelius. 1982. Effect of pH on growth rates of rumen amylolytic and lactolytic bacteria. Appl. Environ. Microbiol. 44:428.
12.- Aguayo, A., G. Lizárraga, R. Garza y E. Salcedo, 1976. Efecto de la carga animal y del consumo de paja de trigo sobre la producción de carne en praderas de ballico italiano. Tec. Pec. Mex. p. 31:7.
13.- Aguayo, A., G. Lizárraga y F. Peñúñuri, 1980. Evaluación de diferentes niveles de suplementación energética a novillos en pastoreo controlado de ryegrass y su efecto en las características de la canal. Avances de Investigación del CIPES-INIP-SARH, Gob. de Son. p. 17.
14.- Navarro, J., F. Peñúñuri, G. Lizárraga y A. Aguayo. 1982. Evaluación de distintas fuentes de suplementación energética en praderas de ryegrass más un período corto de finalización en corral. Avances de Investigación Pecuaria en el Estado de Sonora. CIPES-INIP-SARH, Gob. de Son. p. 86.
15.- Lizárraga, C., A. Aguayo, F. Peñúñuri y R. Garza. 1981. Praderas irrigadas de producción continua con base en bermuda-ballico y su utilización con bovinos bajo sistemas de pastoreo intensivo. Tec. Pec. Mex. (Supl 7):73.
16.- Kemalian, R.E., F. Rouquete, M. Florence, W. Ellis and D. Hutcheson. 1991. Effect of self-limiting corn-based suplement on performance of calves grazing ryegrass pastures. J. Anim. Sic. 69(Supp 1):255.
17.- SAS Institute Inc. 1985. User’s Guide. Statistics. Ver 5th Ed. Cary, N.C. U.S.A.
18.- Zapién, A., E. Gastélum y G. Urviola. 1983. Producción de vaquillas de reemplazo en praderas de ryegrass. Memorias de la 1� Reunión sobre Establecimiento, Manejo y Utilización de Praderas Irrigadas. PATROCIPES. p. 19.
19.- Hermel, S.R. 1993. Supplemental impact depends on stocking rate. Beef. 29(9):16.
20.- Lobley, G.E. 1994. Amino acid and protein metabolism in the whole body and individual tissues of ruminants. In: Principles of protein nutrition of ruminants. Editor J.M. Asplund. CRC Press. p. 147.
CUADRO 1.-
TRATAMIENTOS EXPERIMENTALES
TRATAMIENTO # | CONCENTRADO # | CARGA ANIMAL/HA |
1 | No | 12 |
2 | Suplemento | 12 |
3 | 1 | 12 |
4 | 2 | 12 |
5 | 3 | 18 |
6 | 1 | 18 |
7 | 2 | 18 |
Carga Animal = Vaquillas por hectárea.
CUADRO 2.-
CONCENTRADOS EXPERIMENTALES (g/día)
Concentrado | # 1 | # 2 | # 3 |
Tazol | 200 | 200 | 200 |
Melaza | 100 | 100 | 100 |
Grano | — | 500 | 500 |
H. Pescado | 200 | — | 200 |
Urea | 28 | 55 | 10 |
Orthofosfato | 40 | 60 | 30 |
Sal Común | 57 | 50 | 55 |
Min. Traza | 5 | 5 | 5 |
g/animal/día | 630 | 970 | 1,100 |
Proteína cruda (%) | 33.08 | 22.05 | 18.52 |
ED Mcal/kg | 2.14 | 2.66 | 2.92 |
CUADRO 3.-
GANANCIA DE PESO DE VAQUILLAS EN PASTOREO DE RYEGRASS
SIN SUPLEMENTO
Carga animal por hectárea | 15 |
Ganancia diaria promedio (kg) | 0.667 |
Ganancia por animal (kg) | 28.0 |
Ganancia por hectárea (kg) | 420.0 |
Duración pastoreo: 42 días; Peso inicial: 193.6 kg.
CUADRO 4.-
GANANCIA DE PESO DE VAQUILLAS (kg) EN PASTOREO DE RYEGRASS
CON SUPLEMENTACION LIMITADA
CARGA BAJA | CARGA ALTA | |||
gdp | Gan/ha | gdp | Gan/ha | |
Testigo | 0.573b | 578 | — | — |
Proteína | 0.986a | 994 | 0.619b | 936 |
Energía | 0.986a | 994 | 0.599b | 906 |
Proteína/Energía | 0.899a | 906 | 0.685b | 1,036 |
Duración pastoreo: 84 días; Peso inicial: 219.8 kg.
Literales distintas indican diferencia (P< .01).
Carga baja: 12 animales; carga alta: 18 animales.
CUADRO 5.-
SUPLEMENTACION CON NIVELES MODERADOS DE CONCENTRADO
EN LA CARGA BAJA
Maíz molido (g/d H. Pescado (g/d | 0 0 | 0 200 | 500 0 | 500 200 |
Consumo de concentrado (g/d) | — | 630 | 970 | 1,100 |
Ganancia de peso (g/d) | 573 | 986 | 986 | 899 |
Producción de carne (Kg/ha) | 578 | 994 | 994 | 906 |
Diferencia (kg/ha) | — | 416 | 416 | 328 |
Beneficio $/$ suplemento | — | 3.67 | 4.38 | 2.12 |
12 animales/ha de 219 kg de peso inicial.
84 días de pastoreo en praderas de ryegrass.
CUADRO 6.-
SUPLEMENTACION CON NIVELES MODERADOS DE CONCENTRADO
EN LA CARGA ALTA
Maíz molido (g/d) Harina de Pescado (g/d) | 0 200 | 500 0 | 500 200 |
Consumo de concentrado (g/d) | 630 | 970 | 1,100 |
Ganancia de peso (g/d) | 619 | 599 | 685 |
Producción de carne (Kg/ha) | 936 | 906 | 1,036 |
Diferencia (kg/ha) | 358 | 328 | 458 |
Beneficio $/$ suplemento | 2.10 | 2.30 | 1.98 |
18 animales/ha de 221 kg de peso inicial.
84 días de pastoreo en praderas de ryegrass.
CUADRO 7
REQUERIMIENTOS DE ENERGIA DIGESTIBLE NRC Y CONSUMO DE ENERGIA DEL RYEGRASS Y EL SUPLEMENTO EN LA CARGA BAJA
(g/animal/día) | 0 | 630 | 970 | 1,100 |
Peso inicial (kg) | 224 | 223 | 215 | 214 |
Ganancia de peso (g/d) | 573 | 986 | 986 | 899 |
Consumo estimado de forraje (kg/d) | 5.74 | 5.27 | 7.67 | 4.80 |
ED Mcal NRC | 16.57 | 23.02 | 22.44 | 20.94 |
ED Mcal forraje | 16.28 | 14.95 | 21.76 | 13.62 |
Ed Mcal concentrado | — | 1.35 | 2.58 | 3.22 |
ED Mcal total | 16.28 | 16.30 | 24.34 | 16.84 |
ED proporcionada (%) | 98 | 71 | 108 | 80 |
CUADRO 8.-
REQUERIMIENTOS DE ENERGIA DIGESTIBLE NRC Y CONSUMO DE ENERGIA DEL RYEGRASS Y EL SUPLEMENTO EN LA CARGA ALTA
(g/animal/día) | 630 | 970 | 1,100 |
Peso inicial (kg) | 223 | 223 | 216 |
Ganancia de peso (g/d) | 616 | 599 | 685 |
Consumo estimado de forraje (kg/d) | 5.00 | 3.62 | 3.68 |
ED Mcal NRC | 17.19 | 16.89 | 17.78 |
ED Mcal forraje | 14.19 | 10.27 | 10.44 |
ED Mcal concentrado | 1.35 | 2.58 | 3.22 |
ED Mcal total | 15.53 | 12.85 | 13.66 |
ED proporcionada (%) | 90 | 76 | 77 |