PUBLICACION ESPECIAL
DEPARTAMENTO DE FORRAJES
MARZO DE 1978.
AUMENTE LA PRODUCCION DE FORRAJE POR HECTAREA EN PRADERAS DE RYEGRASS
Utilice la Densidad de Siembra y Fertilización mas Adecuadas.
G. Lizárraga del Castillo, P. Márquez González y A. Aguayo Aguilar.
Recientemente en la parte norte de nuestro País, se ha notado una gran inquietud por lograr un conocimiento mas avanzado sobre las especies forrajeras introducidas que presentan características con las que se pueden incrementar las producciones de carne por unidad de superficie, en explotaciones intensivas de praderas bajo riego.
Se puede considerar que dentro de los planes de tecnificación en el manejo de las especies forrajeras bajo riego, la aplicación de un programa adecuado de fertilización es fundamental para obtener buenos rendimientos.
Otro aspecto de gran importancia que afecta la producción y en cierto grado la calidad del forraje producido, es la cantidad de semilla utilizada por hectárea. En términos generales se puede decir que el rendimiento y valor nutritivo de una planta forrajera, están determinados en gran parte por la cantidad de semilla y dosis de fertilizante aplicado. Luego, es de gran importancia encontrar una relación adecuada para densidad de semilla y fertilización, principalmente nitrógeno.
OBJETIVO
El objetivo principal de este trabajo fue determinar la densidad de siembra y la dosis de fertilización nitrogenada mas adecuadas para aumentar la producción y calidad del forraje producido por el ballico italiano o ryegrass, bajo irrigación.
MATERIAL Y METODOS
Para este trabajo se probaron 3 diferentes densidades de siembra (20, 40 y 60 kg de semilla/ha) y 4 niveles de fertilización nitrogenada después de cada corte (0, 20, 40 y 60 kg de N/ha). Para la prueba se utilizaron parcelas de 60 m2 cada una, localizadas en un suelo de textura liviana y de baja fertilidad. Después de preparar el terreno, se fertilizó en presiembra con 80 kg de nitrógeno y 100 kg de fósforo; la siembra se efectuó al voleo en terreno seco. La lámina de riego total aplicada durante el período de establecimiento y corte fue de 1.21 m, con intervalos entre cada aplicación de 11 a 12 días. Los datos que se midieron fueron los siguientes:
1.- Producción de forraje o kg/ha de materia seca (M.S.)
2.- Materia seca digestible o aprovechable (M.S.D.)
3.- Contenido de proteína cruda (P.C.).
El primer corte se efectuó a los 82 días a partir de la fecha de siembra y los muestreos siguientes se hicieron cada 28 días, haciendo un total de r, inmediatamente después se aplicó la dosis de nitrógeno correspondiente a cada tratamiento y se regó.
RESULTADOS
Cuando se compararon las tres densidades de siembra, se encontró que los rendimientos totales para las tres medidas tomadas (M.S., M.S.D. y P.C.) fueron superiores con la densidad de 40 kg de semilla por hectárea.
Al analizar los cuatro niveles de fertilización nitrogenada después del corte, se observa en una forma muy clara que los rendimientos de M.S., M.S.D. y P.C.. se incrementan al aumentar la cantidad de nitrógeno aplicado después de cada corte, obteniéndose las mejores producciones cuando se aplicaron 60 kg de nitrógeno por hectárea; además se logró con este nivel, mantener la producción de forraje mas estable.
Al analizar la calidad del forraje producido por el ryegrass a través de todo su ciclo con la mejor densidad de siembra o sea, 40 kg de semilla/ha, podemos observar claramente que a medida que transcurre el período productivo del ryegrass se presenta una disminución en el contenido de proteína, la cual determina en gran parte la calidad del forraje. Esto se puede deber a un aumento en la temperatura ambiental, la cual acelera la madurez de la planta, afectando considerablemente su valor nutritivo.
Es importante hacer notar que el contenido de proteína cruda en el primer corte fue muy similar en las diferentes densidades utilizadas, ya que la aplicación de nitrógeno en presiembra (80 kg N/ha) fue igual para todos los tratamientos. A partir de este corte la proteína baja notablemente al disminuir la cantidad de nitrógeno aplicado, observándose que la dosis de 60 kg/ha después de cada corte, mantiene un buen nivel de proteína que varía de 18 a 25% durante la mayor parte del ciclo productivo del ryegrass.
El efecto estacional sobre la calidad del forraje producido fue analizado para la mejor densidad de siembra (40 kg de semilla por hectárea) y la mejor dosis de fertilización después de cada período de corte (60 kg de N/ha). Se aprecia que el rendimiento y la calidad están inversamente relacionados con la temperatura ambiental. Para este año de estudio a partir de la segunda quincena de marzo, cuando la temperatura media es superior a los 15oC, el rendimiento de forraje total y digestibilidad del mismo se reduce, haciéndose mas notable este descenso durante el mes de abril y parte de mayo.
En el Cuadro 1 podemos observar un resumen de las producciones de forraje en materia seca por hectárea para las diferentes dosis de fertilizante y densidades de siembra.
CUADRO 1
RENDIMIENTO TOTAL DE BALLICO ITALIANO (RYEGRASS) EN TONELADAS DE M.S./HA.
SEMILLA KG/HA | NIVELES DE NITROGENO | PROMEDIO DE PRODUC-CION | |||
0 | 20 | 40 | 60 | ||
20 | 8.40 | 8.98 | 10.59 | 12.29 | 10.09 |
40 | 8.52 | 11.61 | 11.60 | 12.34 | 11.02 |
60 | 7.89 | 10.77 | 11.61 | 12.50 | 10.69 |
PROMEDIO DE PRODUC. | 8.30 | 10.45 | 11.27 | 12.38 |
Cuando se comparan los rendimientos promedio para los diferentes niveles de fertilización, vemos que varía de 8.3 ton/ha donde no se fertilizó, a 12.4 ton/ha con la aplicación de 60 kg de N/ha después del corte.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
1.- Los mayores rendimientos de forraje, digestibilidad del mismo y contenido de proteína por hectárea, se obtuvieron con el tratamiento de 40 kg de semilla por hectárea y 60 kg de nitrógeno por hectárea, después de cada corte.
2.- Se recomienda tener un conocimiento de cada suelo en particular, ya que la densidad de siembra y fertilización pueden variar de acuerdo con la fertilidad natural del terreno, textura del suelo y preparación de la cama de siembra.
3.- De acuerdo con los resultados de este trabajo, cuando se tiene una mayor cantidad de plantas por hectárea, o sea, una densidad alta de semilla, las dosis bajas de fertilización limitan en una forma mas drástica la producción.
4. En la mayoría de los suelos se recomienda la aplicación de fósforo, ya que este elemento es indispensable para la planta y para los animales que la van a consumir.
5.- Debido a que el incremento en la temperatura ambiental sí afecta en una forma negativa la producción y calidad del ryegrass, se debe poner especial cuidado durante estos períodos para ajustar los riegos y fertilizante aplicado.
6.- Cuando se utilice el ryegrass en mezclas con otras especies forrajeras de invierno (cebada, avena, trigo), se recomienda utilizar una densidad de 25-30 kg de semilla por hectárea.