INVESTIGACIÓN PECUARIA EN EL ESTADO DE SONORA.
OCTUBRE DE 1989.
EFECTO DE FUEGOS ACCIDENTALES EN EL CONTROL DE RAMA BLANCA
EN PRADERAS DE ZACATE BUFFEL.
Fernando Ibarra, Martha Martín, Jerry R. Cox1/, Howard L. Morton1/, Martín Silva, Ricardo Torres y Francisco Gómez.
La rama blanca es una planta originaria del Desierto de Sonora, que ha venido invadiendo fuertemente agostaderos y específicamente praderas de zacate buffel. Este arbusto además de que es poco consumido por el ganado bajo condiciones de libre pastoreo, es una planta que limita el establecimiento de zacates y herbáceas y compite con los mismos reduciendo considerablemente su producción.
Los fuegos en agostaderos, pueden tener resultados muy variables y, básicamente, dependen de las condiciones físicas y climáticas bajo las que se realizan. Los fuegos que se originan en forma accidental, generalmente ocurren en años secos cuando existe gran cantidad de material viejo acumulado en el suelo, son difíciles de controlar y generalmente perjudican a todas las plantas en el agostadero. Los fuegos planeados, sin embargo, son programados y realizados bajo condiciones ambientales favorables y generalmente no resultan perjudiciales al agostadero.
Los fuegos consecutivos generalmente estimulan el desarrollo de los zacates a expensa de los arbustos. La recuperación de los arbustos después del fuego, es mas lenta que los zacates y si no existe otro fuego que los reduzca de nuevo, estos tienden gradualmente a desplazar a los zacates de los pastizales. Es común, que los arbustos se recuperen después de la aplicación de un fuego, sin embargo, con pocas excepciones pueden continuar presentes altas densidades en pastizales que son sujetos a fuegos intensos y periódicos.
En estudios recientes, se ha encontrado que el zacate buffel responde satisfactoriamente a la aplicación del fuego preescrito antes del verano. Sin embargo, no existe información respecto a la susceptibilidad del zacate buffel y la rama blanca a la presencia de fuegos periódicos no planeados durante años alternos, razón por la cual se le dio seguimiento al presente estudio, en una pradera de zacate buffel invadida por rama blanca, aprovechando la presencia de tres fuegos accidentales ocurridos de 1982 a 1986.
El estudio se realizó en el potrero “La Pupis”, perteneciente al Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora, en una pradera de zacate buffel establecida en el verano de 1979, que para la primavera de 1982 presentaba densidades de rama blanca de alrededor de 10,000 plantas por hectárea.
El primer fuego se originó, accidentalmente en mayo de 1982, en aproximadamente 87 Ha, dos fuegos accidentales mas ocurrieron en junio de 1984 y junio de 1986 de aproximadamente 55 y 30 Ha, respectivamente, sobre el área previamente quemada en 1982.
La densidad de rama blanca se estimó por medio de 40 cuadrantes de 45 M2 en las áreas quemadas y no quemadas durante los diferentes años y por diferencia, se estimó la mortalidad del arbusto. La producción de forraje se estimó, después de que las plantas completaron su primer y segundo ciclo de crecimiento activo en las áreas no quemadas y quemadas alternadamente durante 1982 y 1986 por medio de cortes al azar, utilizando 30 cuadrantes de 1 M2.
La precipitación registrada en el área de estudio durante 1982 a 1986 fue bastante satisfactoria, considerando que con excepción de 1985, todos los años presentaron precipitaciones arriba de lo normal con: 349, 529, 477, 285 y 443 mm para 1982, 1983, 1984, 1985 y 1986, respectivamente.
Los fuegos accidentales redujeron considerablemente la densidad de rama blanca (figura 1). La mayor disminución en la población de plantas adultas de rama blanca, se logró en el primero y segundo fuego, mientras que las plántulas fueron mas susceptibles presentando su mayor reducción, con el primer fuego. De las 6.640 plantas adultas por Ha de rama blanca que existían inicialmente en la pradera de buffel, solamente 4,515 sobrevivieron al primer fuego y de estas, solamente 1,355 y 54 plantas sobrevivieron al segundo y tercer fuego accidental, respectivamente. Las plántulas se compararon de una manera similar; de las 3,154 plántulas por Ha que existían inicialmente en la pradera, solamente 1,263 lograron sobrevivir al primer fuego, y de estas solamente 51 y 26 lograron sobrevivir al segundo y tercer fuego accidental, respectivamente. Como se puede observar, el 41% de la población total de rama blanca pereció en el primer fuego, el 45% en el segundo fuego y el 13 % en el tercer fuego; y menos del 1% de la población inicial logró sobrevivir los tres fuegos.
La producción de forraje de buffel durante los años de las quemas, fue muy similar en las áreas quemadas y no quemadas. Sin embargo, la producción de forraje un año después de las quemas, fue muy superior en las áreas quemadas que en las áreas testigo (cuadro 1). La producción de forraje en el área quemada durante 1982 fue un 45% superior a la obtenida en las áreas no quemadas.
La producción de forraje en las áreas quemadas alternadamente durante 1982 y 1984 fue superior en un 30% comparada con las áreas no quemadas y, la producción de forraje obtenida en las áreas quemadas alternadamente durante 1982, 1984 y 1986 fue superior en un 43% comparada con las áreas no quemadas.
Las praderas de zacate buffel quemadas accidentalmente en forma alterna tres veces en un período de seis años, además de producir alrededor de 34 toneladas de forraje adicional, presentaron un 99% menos rama blanca que las praderas no quemadas. La información inicial lograda aunque importante debe de ser considerada con cierta reserva, ya que no se tuvo control sobre la conducción del fuego, y se desconoció la densidad real de buffel y rama blanca antes de cada uno de los fuegos en las áreas quemadas; cuya diferencia se estimó un verano después del fuego comparando la densidad de plantas en las áreas expuestas y no expuestas al fuego.
Otros estudios con fuego controlado en las áreas aledañas indican una tendencia similar a la aquí observada; en donde el zacate buffel tolera fuegos en años alternos y la densidad de rama blanca es menor a medida que la pradera se quema con mas frecuencia. Sin embargo, analizándola desde el punto de vista práctico, esta aplicación intensiva de fuegos tiene el inconveniente de ser costosa, debido a la mano de obra requerida y puede resultar riesgosa cuando se aplica en años con baja precipitación. Además, es poco práctica para los ganaderos, si se considera que se requiere proteger las praderas de pastoreo cada vez que se quema. Por lo que una sola quema debidamente programada y efectuada cada 3 a 5 años, en praderas de zacate buffel con producciones de forraje de 3 a 4 toneladas/Ha, puede brindar resultados similares, reduciendo costos y ampliando el período de pastoreo.
CUADRO 1
PRODUCCIÓN DE FORRAJE (kg MS/Ha) DE ZACATE BUFFEL EN UNA PRADERA SIN QUEMAR Y EN UNA PRADERA QUEMADA ACCIDENTALMENTE UNO, DOS Y TRES AÑOS ALTERNOS EN LA PARTE CENTRAL DE SONORA.1/
TRATA-MIENTOS | CON QUEMA | SIN QUEMA | DIFERENCIA | INCREMENTO (%) |
Después del fuego de 1982 | 4,620 | 3,182 | 1,438 | 45 |
Despues del fuego de 1984 | 3,175 | 2,450 | 725 | 30 |
Después del fuego de 1986 | 4,370 | 3,056 | 1,314 | 43 |
T O T A L: | 12,165 | 8,688 | 3,477 | 40 |
1/ Producción de forraje estimada en áreas adyacentes no quemadas y en áreas quemadas accidentalmente, 2 veranos después de que ocurrieron las quemas.