REVISTA RANCHO NO. 75

ABRIL DE 1996

AUTOR: Ruben Cabanillas Crúz

Desde su introducción al estado de Sonora, el zacate Buffel ha sido sembrado en una gran diversidad de terrenos de agostadero, preferentemente bajo condiciones naturales; por ello, su crecimiento se ha visto condicionado a los factores ambientales, fundamentalmente a la presencia de lluvias y a la capacidad nutritiva de los suelos.

Bajo las condiciones descritas, el Buffel por lo general no tiene la oportunidad de demostrar todo su potencial productivo. Las plantas tienen deficiencias nutritivas derivadas de la misma escasez de humedad y nutrientes en el terreno donde se ha establecido el zacate.

En algunas partes del Estado de Sonora existen explotaciones ganaderas con poca disponibilidad de agua que cuentan con tierras apropiadas para el establecimiento de áreas agrícolas a baja escala. Una alternativa que se presenta para estos terrenos es el establecimiento de especies forrajeras que demanden poca cantidad de agua, como es el caso del zacate Buffel.

Considerando lo anterior, y con el fin de determinar la conveniencia de la siembra del Buffel bajo riego con la aplicación de fertilizante y encontrar el método de producción más adecuado para el caso, el Patronato del Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora, A.C. (PATROCIPES), ha llevado a cabo a la fecha 2 trabajos de investigación en su Unidad Experimental Carbó.

Estos estudios se efectuaron con el propósito de analizar la respuesta del zacate Buffel a la aplicación de diferentes niveles de fertilización y riego, tomando en cuenta su rendimiento de forraje, proteína y materia seca digestible, así como la producción de semilla y porcentaje de germinación de la misma.

En el primero de los estudios desarrollados, se compararon los resultados obtenidos con la aplicación de 2 y 3 riegos con 0, 30 y 60 kg de nitrógeno por hectárea (equivalentes a 0, 65.2 y 130.4 kg de urea/hectárea). En el segundo se comparó la utilización de 1, 2, 3 y 4 riegos con 15, 37.5 y 60 kg de nitrógeno por hectárea (32.6, 81.5 y 130.4 kg de urea/hectárea).

Las parcelas que se utilizaron tenían 4 años de haberse establecido con la variedad de Buffel “Común Americano”. Los riegos se efectuaron cada 15 días y la fertilización se hizo después de cada corte, para dar inicio al crecimiento del zacate. Se efectuaron 3 cortes de forraje y 3 cosechas de semilla al año. Tras la cosecha, la semilla permaneció por espacio de un año almacenada, para posteriormente serle aplicada la prueba de germinación en el laboratorio.

* Rendimiento total, dado en kg/hectárea, de tres cortes realizados por año.

** Rendimiento total, dado en kg/hectárea, de tres cosechas realizadas por año.

En el primer experimento, se encontró que el utilizar 3 riegos en lugar de 2 (cuadro 1) no afectó considerablemente el rendimiento de forraje seco (de 13,074 a 12,465 kg/hectárea), materia seca digestible (de 6,017 a 5,884 kg/hectárea), ni la germinación de la semilla (de 35 a 37%), pero con los 3 riegos la cantidad de proteína disminuyó notablemente (de 678 a 589 kg/hectárea), al igual que el rendimiento de semilla (de 274 a 234 kg/hectárea).

En lo que respecta a la respuesta del zacate buffel a la aplicación de fertilizante nitrogenado, podemos hacer las siguientes observaciones (Cuadro 2):